En el país hay 4 mil 266 pacientes cuyas vidas dependen de una máquina de diálisis.
Por Pedro Angel
Santo Domingo.- La Asociación de Pacientes Renales Sendero de Vida sometió, ante la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (Sisalril), un listado de estudios médicos, fármacos y procedimientos indispensables para lograr obtener un trasplante de riñón.
Según asegura, no están contenidos en el Catálogo de Servicios de la Seguridad Social, lo que limita de manera significativa la cantidad de trasplantes en el país.
Eddis Castillo, presidente de la entidad, informó que han introducido a través de la Sisalril cinco pruebas, cinco niveles de fármacos, cinco procedimientos, y dos medicamentos para pacientes en hemodiálisis, así como antivirales y antifúngicos.
Aspira a que sean aprobados, ya que entiende que para la gran mayoría de los pacientes que aspiran a un trasplante renal, resulta imposible pagar todo lo que implica el protocolo de rigor.
En el país hay 4 mil 266 pacientes cuyas vidas dependen de una máquina de diálisis, muchos de los cuales comienzan llenos de esperanzas a realizarse algunas pruebas pre-trasplante, pero se paran en el intento, por no poder cubrirlos en su totalidad.
Esto, por lo costoso que resultan esos estudios, con el agravante de que muchas pruebas tienen fechas límites y deben ser repetidas pasado un tiempo límite.
El activista de los derechos de los pacientes informó que “he visto en varias ocasiones a pacientes que tienen donantes vivos compatibles y que por razones económicas para solventar todo lo que implica un trasplante renal, han tenido que abandonar sus esperanzas y continuar viviendo bajo la dependencia de la diálisis.”
“No podemos lanzar una campaña de concientización a la población para la donación de órganos, si la seguridad social no cubre todo lo necesario para que el enfermo se trasplante y pueda volver a trabajar, reinsertarse a la sociedad como un ente productivo,” enfatizó.
La Sociedad Dominicana de Nefrología estima que la tasa de mortalidad anda por un 40 por ciento, con el agravante de que un significativo número de pacientes no tienen fístulas arteriovenosas, una de las causas principales de la mortalidad.