Se afianza la perspectiva de que el año cerraría con un crecimiento del PIB superior al 10%
De acuerdo al informe divulgado este domingo por el Banco Central de República Dominicana, el Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) IMAE alcanzó una variación acumulada de 13.0% durante los primeros ocho meses del año.
Indica que en el mes de agosto el IMAE registró un incremento interanual de 11.7%. Y la inflación acumulada se ubicó en 5.41%.
“De acuerdo a los modelos de pronósticos, la inflación convergería hacia el rango meta de 4.0% ± 1.0% en el horizonte de política monetaria” señala el informe del organismo financiero dirigido por Héctor Valdez Albizu.
En cuanto a los niveles de reservas internacionales se establece que alcanzaron US$ 12,932.3 millones al 30 de septiembre de 2021, “lo que equivale a 7.4 meses de importaciones y 14.0% del PIB, superior a las métricas de 3 meses de importaciones y 10% del PIB recomendadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI)”.
Con relación a las remesas revela que suman al cierre de agosto US$7,031.7 millones, para una variación interanual de 38.6%.
Y en lo referente a las exportaciones totales de bienes indica que alcanzaron US$8,127.9 millones, las cuales al comparar con el mismo periodo de 2019 (prepandemia) incrementaron en 10.1%.
Refiere el informe que el crédito al sector privado en moneda nacional del Sistema Financiero consolidado se mantiene creciendo en torno a 10.0% en términos interanuales, una de las expansiones más altas de América Latina.
Los indicadores del Sistema Financiero consolidado reflejan la fortaleza del sector, al mostrar una solvencia de 22.4% conforme al último dato suministrado por la Superintendencia de Bancos, una rentabilidad sobre el patrimonio (ROE) de 21.3% y sobre activos promedio (ROA) de 2.4%.
La morosidad de la cartera de créditos del Sistema Financiero consolidado se ubica en 1.6%, con provisiones que otorgan una cobertura a la cartera vencida de 307.4%, lo que evidencia un bajo nivel de riesgo, al presentar RD$3.07 de provisiones por cada peso de cartera vencida, es decir tres veces el mínimo requerido por la normativa vigente, lo que garantiza la seguridad de los recursos de las entidades financieras.