Washington considera que limitar esa participación "menoscaba" la capacidad de la organización.
MADRID, 26 Oct. (EUROPA PRESS) – El Gobierno de Estados Unidos ha pedido este martes a todos los Estados miembros de Naciones Unidas que apoyen la plena participación de Taiwán en todas sus oficinas y organismos, pues su exclusión "menoscaba" la capacidad de la organización, en un momento en el que las relaciones entre Pekín y Taipéi pasan por su peor momento de los últimos cuarenta años.
"La exclusión de Taiwán socava la importante labor de Naciones Unidas y sus organismos, todos los cuales se beneficiarán enormemente. Necesitamos aprovechar las contribuciones de todas las partes interesadas para resolver nuestros desafíos en común", ha defendido el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
"Alentamos a todos los Estados miembro a que se unan a nosotros para apoyar la plena y significativa participación de Taiwán en todo el sistema de Naciones Unidas y en la comunidad internacional, en base a la política de 'Una sola China', que se rige por la Ley de Relaciones de Taiwán", ahonda Blinken.
La declaración del secretario estadounidense se produce en un momento de máxima tensión regional, con Estados Unidos y Taiwán denunciando maniobras militares de China en torno a la isla. El jefe de la Casa Blanca, Joe Biden, ha llegado incluso a asegurar que Washington respondería en caso de que se produzca un ataque.
"Taiwán es una historia de éxito democrático. Su modelo apoya la transparencia, el respeto por los Derechos Humanos y el Estado de derecho, valores que se alinean con los de las Naciones Unidas", destaca.
"Taiwán es fundamental para la economía de alta tecnología y un centro de viajes, cultura y educación", continúa elogiando Blinken, quien califica a la isla como "un socio valioso y un amigo de confianza" de Estados Unidos.
El jefe de la diplomacia estadounidense considera que ante "el número sin precedentes de problemas complejos" a los que se enfrenta todo el mundo, es "fundamental" que todas las partes implicadas puedan participar en las posibles soluciones, como lo son, dice, "los 24 millones de personas que viven en Taiwán"
"La participación de Taiwán en Naciones Unidas no es una cuestión política, sino pragmática", enfatiza Blinken, quien a su vez remarca la labor del pequeño territorio estos últimos cincuenta años en otras agencias y oficinas de la ONU como una "prueba del valor" que puede ofrecer a la comunidad internacional.
Sin embargo, lamenta, "no se le ha permitido" participar recientemente en algunas agencias de la ONU, como la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), "a pesar a las decenas de millones de pasajeros que viajan anualmente a través de sus aeropuertos"; o en la última asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pese a su "respuesta de primera clase" a la crisis del coronavirus.
La situación entre China y Taiwán establece un nuevo paradigma en la región, donde se abre el desafío para la comunidad internacional de aunar posturas y hacer frente a China mientras se mantiene la relación en materia comercial con el país, al tiempo que se exigen avances en materia de Derechos Humanos y se produce un giro hacia una postura de mayor confrontación hacia Pekín.