Se supone que cada quien habla o escribe de lo que sabe o le agrada. Se supone.
Más, en la realidad, a veces no resulta así.
Los políticos, aspirantes o pseudos políticos, son los primeros en violar las reglas. Hablan de todo, aunque no sepan de nada. Lo prometen todo, aunque no cumplen nada.
Pero no solo ellos cometen esa imprudencia, pues muchos otros profesionales los igualan.
Es así como vemos a abogados, duchos y duchados, hablando, pontificando y defendiendo a personajes detenidos en plena faena delictiva, cual si los demás fuéramos unos tontos.
A ingenieros que cobran sumas enormes por construcciones que cualquier ciudadano sabe no costó ni la mitad de lo que se pagó por ellas, siempre que sean a cargo del gobierno.
Vemos a otros cobrando sumas elevadas por servicios profesionales que asustan.
A los choferes de carros públicos, guagüitas, ‘voladoras’ y motoristas aumentando el pasaje, sin que ninguna autoridad lo haya dispuesto o autorizado. Claro, ellos tienen que hacer estos aumentos, pues un alto porcentaje de ellos debe mantener más de una familia.
Otros célebres violadores de normas son los ‘pulperos’ o ‘colmaderos’ que aplican a cada artículo mucho más del treinta por ciento, con la excusa de que ‘nosotros no compramos grandes cantidades como los supermercados para poder vender más barato a la gente’.
De los médicos, las farmacias y los venduteros que llegan hasta la propia casa de cada quien, es mejor no hablar. Los aumentos en todo son casi a diario.
Aunque no recuerdo quién, alguien dijo que ‘mentirosos somos todos, pues ni buscamos ni encontramos nunca la verdad’.
Más, hay algunos mentirosos con rangos tan superiores que superan a todos sus congéneres, entre los que sobresalen políticos, demagogos, escritores, articulistas y hasta periodistas.
Claro, entre todos estos profesionales hay excepciones que son los menos escuchados o leídos, a veces porque laboran en o para medios que tienen poca resonancia pública.
Finalmente, no podemos dejar fuera de estos amantes de la mentira y la demagogia, a los funcionarios de cada gobierno, de cada ministerio o de cada departamento oficial. ¡Políticos!
¡Nadie les gana abultándolo todo. Como ese humorista que alardeó de que el pueblo los rechazó porque se cansó de vivir en bonanzas, en el reino de los cielos, en el jardín del Edén!
29 de octubre de 2021.