Si, otra vez Luis Abinader sorprende al país con un breve discurso de ocho minutos anunciando que no habrá reforma fiscal, encantando a unos (la mayoría del pueblo) y decepcionando a otros. (Los que, desde la oposición, deseaban las medidas impositivas para intentar provocar una crisis política y socia de gran envergadura, como ha ocurrido en otros países)
Inteligentemente el mandatario que decidió no aplicar ninguna reforma -no porque no sea necesaria- sino porque entendió que una medida de esa naturaleza, dada la recuperación de la economía en casi todos los aspectos productivos, bien puede esperar un momento más oportuno.
La oposición que se frotaba las manos esperando que Luís anunciara más impuestos para luego intentar pesar en un río revoloteado por ellos mismos, se quedaron como “perico en la estaca”.
El presidente los dejó desarmados, sin el discurso y sin los planes que ya habían elaborado. Tendrán que buscar otros argumentos para intentar dañar la imagen del jefe de Estado que estaba cerca del 70%. (Después del discurso debió subirse a la cima nuevamente)
El presidente fue claro y preciso sobre como el gobierno bajo su dirección ha estado gastando el dinero del pueblo de manera racional invirtiéndolo en obras prioritarias y resolviendo problemas básicos de la población. Se acabó el despilfarro, el gasto alegre en bebidas alcohólicas, parrandas, restaurantes, viajes al extranjero en primera clase, hospedaje en hoteles cinco estrellas, megadivas, chapeadoras, proxenetas, etc.
“Entre enero y septiembre de 2021 hemos disminuido un 255% los gastos con respecto al mismo periodo del año anterior, en todas las partidas que no afectan directamente el bienestar de los dominicanos, consiguiendo un ahorro de más de 27 mil millones de pesos”, dijo.
Y agregó: “Entre las más significativas debo señalar una reducción en el gasto de publicidad y propaganda del 70%, al bajar de más de 5,490 millones de pesos durante el periodo anterior a 1,612 millones en este”. Y así sucesivamente el presidente Abinader fue enumerando los ahorros que se han realizado en las diferentes instituciones del Estado”.
“En dietas de alimentos y bebidas el gasto se ha reducido un 143%. Dentro del país la reducción de dietas alcanzó un 2,136% respecto a 2020, y en viáticos a personas con labor diplomáticas y consular, la disminución llega al 87%.”
“Entre enero y septiembre de 2021 hemos disminuido un 255% los gastos con respecto al mismo periodo del año anterior, en todas las partidas que no afectan directamente al bienestar de los dominicanos, consiguiendo un ahorro de más de 27 mil millones de pesos”.
“Entre las más significativas debo señalar una reducción en el gasto de publicidad y propaganda del 70%, al bajar de más de 5,490 millones de pesos durante el período anterior a 1,612 millones en este”.
“En las partidas de uso discrecional, de enero a septiembre de 2020 se gastaron 4,437 millones, mientras que en el mismo período ya con este gobierno, apenas se ejecutaron 161 millones de pesos. Una reducción del 2,648%.”
“No se trata de gastar más, hay que gastar mejor. Solo en lo necesario. Solo en lo que mejore la calidad de vida de los dominicanos. Y por eso cada peso del presupuesto público tiene puesta ahora la lupa del presidente”. Esas fueron algunas de las citas de la breve, pero sustanciosa exposición de Abinader, por radio y televisión.
Si el gobierno recuperara el dinero robado durante los gobiernos del PLD y mete en la cárcel a los ladrones, respetando “el debido proceso” que tanto les gusta a los abogados morados, no habría que hacer ninguna reforma. Pero, si además disminuye la informalidad y reduce la evasión fiscal y el contrabando, que son muy altos, obligando a que todos paguen la renta, seríamos un país rico.
Tolerancia cero a la evasión, tolerancia cero al contrabando, tolerancia cero a la corrupción, cero impunidad. Si lo hace estoy seguro que pasará a la historia como el presidente que modernizó y transformó el Estado convirtiéndolo en un instrumento de desarrollo nacional.