La OEA también advierte de que "al forzar una nueva reelección del presidente, el Gobierno de Nicaragua ha desconocido de facto los criterios establecidos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
MADRID, 9 Nov. (EUROPA PRESS) – El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, ha indicado este martes que el organismo regional rechaza los resultados de las "ilegítimas" elecciones presidenciales de Nicaragua, en las que el presidente, Daniel Ortega, ha logrado la reelección.
A través de un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, Almagro también ha instado "a los países de la OEA a responder a esta clara violación de la Carta Democrática durante la Asamblea".
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"A pesar de las diversas oportunidades para fortalecer el proceso electoral y brindar las garantías para comicios justos, libres y transparentes, el gobierno de Nicaragua optó por el camino del autoritarismo, mintiéndole con ello a su gente y a la comunidad internacional respecto a su voluntad de trabajar para edificar un sistema electoral sólido", lamenta el documento.
La OEA también advierte de que "al forzar una nueva reelección del presidente, el Gobierno de Nicaragua ha desconocido de facto los criterios establecidos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Este tribunal ya estableció que la habilitación de la reelección presidencial indefinida es contraria a los principios de una democracia representativa".
Para agregar que las autoridades nicaragüenses no han tomado "en cuenta las numerosas recomendaciones formuladas por la Misión de Acompañamiento Electoral de la OEA de 2017, las cuales buscaban revertir las severas deficiencias en materia de equidad y transparencia del sistema electoral nicaragüense".
El informe del Consejo Supremo Electoral, con el 97,74 por ciento de las actas computadas, ha otorgado al Frente Sandinista de Liberación Naciona (FSLN) de Ortega el 75,92 por ciento de los votos, recoge 'El 19 Digital'.
Las elecciones han estado marcadas por detenciones arbitrarias de activistas y periodistas, entre otros actos de hostigamiento, coacción y violencia política. Además, la libertad de prensa también ha estado en el punto de mira del Gobierno y los medios de comunicación han denunciado restricciones y obstáculos en el ejercicio de su labor.