El comercio de bienes de la región hacia otras partes el mundo crecen un 31,2%, la mala nota es que los servicios registraron una caída del 33,8% en el primer semestre
EUROPA PRESS –
Las exportaciones de América Latina y el Caribe aumentaron un 31,2% en el primer semestre de 2021, impulsadas por el dinamismo de la demanda externa, el levantamiento de las restricciones a la movilidad y el avance de las campañas de vacunación contra el coronavirus, según un nuevo estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Por países, Panamá experimentó el mayor repunte de las exportaciones en la región, con un crecimiento del 108,7%. En las grandes economías del continente –México y Brasil– las variaciones se ubicaron en torno al 30%. De su lado, el menor rendimiento se observó en Belice, con un repunte del 0,3%.
Con este repunte, las ventas externas de bienes de la región fueron un 11% superiores a la del mismo periodo de 2019, tras una caída del 9,2% en 2020 como consecuencia de la crisis económica causada por la pandemia.
En contraste, las exportaciones de servicios registraron una caída del 33,8% tras reportar una contracción del 38,5% en 2020. Los rubros más tradicionales como viajes y transporte fueron los más afectados, mientras que los servicios intensivos en conocimiento fueron más resilientes.
Según el informe anual Monitor de Comercio e Integración, que analiza las tendencias en los flujos comerciales de América Latina y el Caribe hasta el primer semestre de 2021, las proyecciones para el resto del año indican la continuidad de la tendencia alcista de los envíos de la región, pese a que se observan algunas señales de desaceleración.
"Para América Latina y el Caribe es crucial importar crecimiento económico desde el resto del mundo a través del comercio internacional. La desaceleración del aumento de las exportaciones indica que para reactivar un ciclo de crecimiento sostenido e inclusivo es imprescindible poner la competitividad externa en el centro de las agendas de desarrollo de los países de la región", ha señalado el economista principal del sector de integración y comercio del BID, Paolo Giordano.
La recuperación comercial estuvo impulsada principalmente por el aumento de los precios (17,6%) y, en menor medida, de los volúmenes de exportación (11,5%), que aún no ha alcanzado los niveles anteriores a la pandemia.
El informe destaca que, si bien los envíos a América del Norte y Asia contribuyeron en mayor medida a la expansión comercial de la región, la recuperación de las ventas intrarregionales (36,9%) fue más dinámica que la de las extrarregionales (30,4%).
En este contexto, la participación del comercio intrarregional aumentó en 0,5 puntos porcentuales, pasando a representar el 13,5% del total del comercio de la región.
Por su parte, el aumento de los precios de exportación de la región explicó casi el 60% de la expansión interanual de las ventas externas, sobre todo en productos como el petróleo (57,7%), el cobre (65,5%), el mineral de hierro (104,4%), la soja (65,7%), el café (21,1%) y el azúcar (34,4%).
De su lado, las importaciones de la región aumentaron en un 31,5%.
FALTA DE INTEGRACIÓN REGIONAL
El estudio también destaca la necesidad de aumentar la efectividad de los instrumentos de integración comercial en la región.
En términos comparativos, el indicador de América Latina y el Caribe se ubica en valores inferiores a los de Asia y Europa, y no avanzó significativamente en la última década.
El informe concluye que para que el sector externo siga sosteniendo el crecimiento económico y el progreso social, los países de la región deben avanzar en las asignaturas pendientes para la competitividad externa, adaptarse al nuevo rumbo de las cadenas globales de abastecimiento, potenciar los mecanismos de cooperación internacional e integración regional, e impulsar las políticas complementarias para mejorar la productividad, entre otros.