Solange Alvarado, resaltó la consciencia alcanzada por las mujeres sobre la necesidad de denunciar cualquier tipo de violencia a la que sean sometidas
SANTO DOMINGO (República Dominicana).- A pesar del embate de la violencia intrafamiliar y de género, y en respuesta a ella, la mujer dominicana ha alcanzado mayor nivel de consciencia sobre la importancia de denunciar los delitos relacionados, sostiene Solange Alvarado, directora del Centro de Atención a Sobrevivientes de Violencia, del Ministerio Público.
“Estadísticamente, lo que nos ha ido pasando con el transcurrir de los años es que ya las mujeres no esperan el golpe para ir a poner una denuncia, o sea, cada vez las mujeres tienen más consciencia de que una palabra fea, una ofensa, una humillación, es violencia”, explicó Alvarado,
La profesional de la psicología y terapeuta familiar indicó que, aunque los tipos de violencia más reconocidos por la sociedad son la física y la sexual, la realidad es que la de mayor presencia es la emocional y psicológica, que está presente en cada acto violento del cual es objeto una mujer.
Alvarado señaló que este tipo de violencia mina la autoestima de la mujer y no le permite defenderse.
Emociones que genera la violencia
Explicó que la violencia de género produce tres emociones básicas, que son la vergüenza, el temor al agresor y la culpa.
“Ese sentimiento de vergüenza es lo que hace que las mujeres no les cuenten a sus familias, o sea, la pregunta (que se hacen) es: ¿Por qué yo permití que esto me pasara? ¿Cómo me está pasando esto a mí? Entonces esa es una emoción muy difícil, que no permite que las mujeres salgan más rápido de la violencia”, explicó la especialista en la conducta humana.
“Luego está el miedo al agresor, que es un miedo real, porque las mujeres están en peligro de muerte, ya no la muerte emocional, que es una muerte muy real que se vive día a día, sino el peligro de muerte”, sostuvo Alvarado, quien también especificó que las víctimas suelen culparse por la violencia que ejercen otras personas sobre ellas.
“Esas tres emociones son las tres patas, de ese trípode que sostiene la violencia a nivel emocional y que es de lo que nos tenemos que ocupar los clínicos que trabajamos este tema”, agregó.
En cambio, la realidad es que quien se beneficia del silencio es el agresor, porque le permite continuar ejerciendo violencia impune y puede llegar hasta cometer el feminicidio.
La idea es que, al hacer consciencia sobre estas tres emociones que pueden afectarla, la mujer que recibe cualquier tipo de agresión decida denunciar y buscar ayuda. Puede hacerlo a través de Línea Vida, en el 809-200-1202 y será acogida en el centro una vez haya realizado la denuncia en la fiscalía más cercana o en una de las Unidades de Atención a la Violencia de Violencia Intrafamiliar y Delitos Sexuales.
El objetivo del Centro de Atención a Sobrevivientes de Violencia es que las mujeres afectadas por la violencia de género, intrafamiliar y sexual tengan acceso a la justicia, así como a la posibilidad de recuperarse emocionalmente y obtener seguridad, protección e independencia económica respecto de sus agresores.
Brinda atención psicológica individual, trabajo social y gestión para la inserción laboral, además de diversos tipos de terapia, como biodanza.
En la terapia grupal, las mujeres escuchan a otras que han sufrido situaciones similares y pueden comprobar que no son las únicas víctimas de este delito y así rompen el silencio.