Ucrania confirma el despliegue de "ayuda" recibido de los Estados Unidos.
MADRID, 9 Dic. (EUROPA PRESS) – El jefe del gabinete presidencial de Ucrania, Andréi Yermak, ha asegurado este jueves que Washington ha confirmado que hará entrega de "la ayuda necesaria" para que Kiev pueda responder "en cualquier momento" a la supuesta invasión por parte de Rusia, en medio de la escalada de tensiones que se vive en la frontera.
Yermak ha contado en la televisión ucraniana que este despliegue de apoyo ha sido confirmado tras llegar a buen puerto las conversaciones que se han dado este jueves entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo en Ucrania, Volodimir Zelenski.
"El presidente Biden ha confirmado que Estados Unidos proporcionará, y ya lo ha empezado a hacer, toda la ayuda necesaria para que Ucrania, en cualquier momento, pueda dar cualquier respuesta defensiva", ha dicho Yermak.
"Solo deseamos llevar la paz a nuestra tierra, deseamos volver a nuestros territorios, devolvérselos a nuestra gente", ha remarcado Yermak, quien ha insistido en que durante aquel encuentro entre ambos mandatarios, el Zelenski ha dejado claro a Biden que Ucrania no tiene intención de atacar a ningún país.
Por su parte, Rusia ha denunciado este jueves el traslado de "armamento pesado" por parte de Ucrania a la frontera, a la vez que ha calificado de "mentiras" los informes que apuntarían a una posible invasión de Moscú.
La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajarova, ha señalado de que "la misión especial de observación de la OSCE en Ucrania ha detectado el traslado por parte de Kiev de armamento pesado, incluida artillería de gran calibre y vehículos blindados", ha informado la agencia de noticias rusa Sputnik.
El supuesto interés de Rusia por invadir el este de Ucrania "es una mentira", ha subrayado el jefe del Estado Mayor de Rusia, Valery Gerasimov, quien ha advertido de que "cualquier provocación de las autoridades ucranianas para resolver los problemas en Donbás por la fuerza será reprimida".
Los Acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política al conflicto en el este de Ucrania, pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia. Las hostilidades han dejado hasta la fecha unos 13.000 muertos, según estimaciones de Naciones Unidas.