EUROPA PRESS .-El secuestrador que el sábado irrumpió en una sinagoga de la ciudad texana de Dallas, en Estados Unidos, ha terminado con el asaltante muerto y con los cuatro rehenes liberados e ilesos. Al parecer, el asaltante, de nacionalidad británica, pedía la liberación de Aafia Siddiqui, una paquistaní presa en Estados Unidos por cargos de terrorismo.
El incidente comenzó cuando el asaltante irrumpió en el templo judío de la Congregación Beth Israel durante la celebración del sabbat, que estaba retransmitiéndose en directo por Facebook y Zoom, informa la prensa estadounidense.
Cuatro personas fueron tomadas como rehenes en la mañana del sábado y han estado retenidas durante casi doce horas. Un equipo de rescate entró en la sinagoga sobre las 21.30 horas y abatió al secuestrador, que falleció poco después. Los medios de comunicación presentes han informado de una fuerte detonación en torno a esa hora y a las 21.33 el gobernador de Texas, Greg Abbott, informaba en Twitter de que "todos los rehenes estaban vivos y a salvo".
Sobre las 22.00 horas, la Policía de Dallas y la Oficina Federal de Investigación, la policía federal estadounidense (FBI), confirmaron que los cuatro rehenes estaban "fuera, vivos y a salvo" y de que el incidente estaba próximo a finalizar.
Poco después, el agente especial del FBI al cargo del caso, Matt DeSarno, informaba en rueda de prensa de que el asaltante había sido identificado, pero que todavía no se podía revelar su identidad. DeSarno destacó la labor de los negociadores por su habilidad y profesionalidad que "permitieron salvar la vida de los cuatro rehenes".
Tampoco ha trascendido la identidad de los secuestrados, pero medios locales apuntan a que uno de ellos sería el rabino, Charlie Cytron-Walker.
Siddiqui, cuya liberación habría pedido el secuestrador, es una neurocientífica paquistaní detenida en Afganistán y condenada en 2010 a 86 años de prisión por disparar a un militar y a un agente del FBI estadounidense cuando estaba bajo custodia en Afganistán, un juicio muy cuestionado por las autoridades paquistaníes, que piden también su liberación.
Siddiqui está presuntamente vinculada a la organización terrorista Al Qaeda y cumple condena en el Centro Médico Federal Carswell, de Fort Worth, una cárcel de máxima seguridad ubicada a unos 40 kilómetros al oeste de la sinagoga del secuestro.
Tras la liberación, el presidente estadounidense, Joe Biden, ha agradecido la labor de las fuerzas de seguridad. "Quiero dejar claro que cualquiera que intente diseminar el odio nos tendrá enfrente. Estaremos frente al antisemitismo y contra el extremismo", ha advertido.
El primer ministro de Israel, Naftali Bennett, ha reaccionado en Twitter: "Estoy aliviado y agradecido de que los rehenes de la Congregación Beth Israel de Colleyville, Texas, hayan sido rescatados". Bennett también ha felicitado a las fuerzas de seguridad por su "rapidez y valor".