Las demencias se clasifican, según la causa que las origina, en primarias y secundarias.
Para el año 2050, unos 153 millones de personas en todo el mundo podrían tener problema de demencia. Eso advierten los investigadores en un reciente estudio publicado en The Lancet Public Health (La salud pública de Lancet). En el 2019, la cifra fue de 57 millones. (Ver detalles en BBC, 17 de enero, 2022).
Esa publicación incluye a la República Dominicana como uno de los destinos latinoamericanos que serán impactados por esa patología.
En realidad, me impresionó el contenido, lo que me motivó a investigar sobre las enfermedades mentales.
Las demencias se clasifican, según la causa que las origina, en primarias y secundarias. Las primarias son las que están provocadas por enfermedades degenerativas que afectan al sistema nervioso, como el Alzheimer, la enfermedad por cuerpos de Lewy y el mal de Parkinson.
El Alzheimer es el factor más frecuente de demencia. Enfermedad por cuerpos de Lewy es la segunda causa degenerativa primaria. Se caracteriza por la presencia de cuerpos en la corteza cerebral y un deterioro de las funciones cerebrales, de carácter fluctuante, con episodios de confusión, falta de atención y lenguaje incoherente.
Los pacientes con problemas de Parkinson desarrollan con frecuencia un comportamiento que se caracteriza porque la memoria está menos afectada que en otras causales similares y desarrollan, de forma precoz, síntomas como depresión, alucinaciones o delirios. Los síntomas aparecen progresivamente por la falta de coordinación de los movimientos: aparece temblor de reposo en una mano o pierna, rigidez, la cara pierde su expresión, los movimientos se vuelven lentos, aparecen trastornos de la marcha (caminan encorvados, con pasos cortos, se quedan bloqueados), etc.
Según la investigación, en 195 países de América Latina aumentarán esos casos en las próximas décadas. El que encabeza la lista es Nicaragua, donde el número de casos se multiplicará por más de 4 en tres décadas, pasando de 28.500 a casi 117.000.
En segundo plano estará Guatemala, con 3,9 veces más casos que en 2019, y en el tercero Perú, con 3,8. Los países de la región que menos sufrirán este fenómeno son Uruguay, Argentina y Cuba.
En total, se pasará en América Latina de 4,4 millones de casos a 13,4 millones, un incremento mayor al promedio mundial. Es un asunto muy grave.
Las mujeres con edades entre 40 y 69 años son más propensas a padecer ese percance, con un 70% más casos que los hombres.
El estudio señala que un 0,6% de las mujeres padecerán demencia en 2050, un 8,5% de aquellas entre 70 y 84 años, y un 30,5% entre las de 85 años y más. En los hombres, los porcentajes son de 0,5%, 6,5% y 23,5%, respectivamente.
Los investigadores dicen que ha habido mejoras en el mundo, como en el acceso a la educación, pero otros factores de riesgo llevan a la proyección en la dirección opuesta. Los científicos son poco optimistas acerca de los efectos de la obesidad, el nivel alto de azúcar en sangre y el tabaquismo, lo que, según ellos, aumentará el número de pacientes con demencia para 2050.
Con prevención, intervención y cuidados, hasta el 40% de los casos podrían ser prevenibles, de acuerdo al estudio.
Por lo visto, los gobiernos de las naciones centroamericanas y suramericanas deberán agregar a sus agendas las estrategias de lugar para enfrentar esas eventualidades psiquiátricas, lo que implicaría disponer de buenos especialistas del área de la salud, voluntad política para actuar y, sobre todo, un presupuesto sostenible.
En resumen, tendremos más demencias en las calles que las que observamos a diario.