Afirman que dicha propuesta de plan energético no garantiza una matriz de energía renovable ni bajos precios de la energía
El Plan Energético Nacional 2022-2036, de la Comisión Nacional de Energía, CNE, no garantiza una matriz de energía renovable ni bajos precios de la energía para el país, sostiene una coalición de organizaciones vinculadas a la lucha contra el cambio climático.
La coalición constituida por el Comité Nacional de Lucha Contra el Cambio Climático, CNLCC, el Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente, INSAPROMA, y el Rocky Mountain Institute, RMI, de los EUA
Las entidades aseguran que este plan mantendrá a la República Dominicana dependiente de fósiles importados como es el gas natural, la continuación del uso del carbón para generar electricidad y abre la posibilidad de que el país explote hidrocarburos en tierra y en aguas profundas, generando más emisiones de gases de efecto invernadero que es la principal causa del cambio climático.
Manifestaron que el plan elaborado por la Comisión Nacional de Energía, CNE, desconoce la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo, 2030, No. 1-12, que otorga preferencia a la adopción de energías renovables como la solar y la eólica, por sobre los combustibles fósiles importados como el carbón y el gas natural.
Propuesta concreta
La coalición propone adoptar una efectiva estrategia nacional de eficiencia energética, y más importante, un modelo cercano al cien por ciento de energías de fuentes renovables, principalmente a base del sol y del viento, con almacenamiento de energía en batería, para toda nueva generación hacia el futuro.
Igualmente proponen la eliminación del carbón para la generación de electricidad y convertir las plantas de la Central Termoeléctrica Punta Catalina, CTPC, a gas natural o una mezcla de gas natural e hidrógeno verde.
Consideran que el nuevo modelo a implementar sea multiobjetivo, que minimice el precio de la energía, pero que también considere factores como minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero.
También debe considerar el pago de divisas por concepto de importación de combustible, los efectos de la generación en la salud de la población, y que valorice la resiliencia, la descentralización y democratización de la energía, así como la volatilidad de precios y de suministro de combustibles fósiles importados.
Once deficiencias en plan del CNE
Entre las deficiencias que adolece el plan energético propuesto por CNE, citan que no considera la adopción de medidas de eficiencia energética como variable para la estimación de la demanda futura.
Tampoco considera la irrupción masiva de vehículos eléctricos como variable para la estimación de la demanda futura.
Pone poca atención a los sistemas distribuidos de energías renovables y almacenamiento que pueden ser instalados en toda la nación y que pueden tener beneficios como aplazar las inversiones necesarias para repotenciar las redes de transmisión y distribución, reducir las pérdidas del sistema, incrementar la resiliencia comunitaria y proveer servicios auxiliares a la red eléctrica.
Enfatizan en que el plan energético que propone la CNE se enfoca en la oferta y la demanda futura y no provee soluciones que mejoren la situación actual, en la cual el combustible carbón mineral ocupa un lugar muy importante que al parecer seguirá teniéndolo en el futuro.
Este enfoque futurista impide conocer con exactitud cuál es la matriz eléctrica y energética que se aspira para el país para el 2036 y cómo será la transición de aquí a allá.