Las familias de nueve de 26 víctimas recibirán de 73 millones de dólares por parte de Remington, el fabricante del rifle utilizado en la matanza
MADRID, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -La Justicia de Estados Unidos ha condenado este martes por primera vez a un fabricante de armas por la matanza perpetrada en un centro escolar, en este caso por la ocurrida en 2012 en el colegio de primaria Sandy Hook, en el estado de Connecticut, donde una veintena de niños de entre seis y siete años fueron asesinados a tiros por un joven de veinte años.
Las familias de nueve de estas víctimas recibirán una indemnización de 73 millones de dólares (64 millones de euros) por parte de Remington, el fabricante del rifle que Adam Lanza utilizó para matar a 26 personas, entre las cuales había seis adultos y veinte niños, en diciembre de 2012 en esta escuela situada en la ciudad de Newtown, en la costa este de Estados Unidos.
Esta histórica decisión de la Justicia estadounidense se produce después de una prolongado litigio legal en el que la defensa de las víctimas denunciaron a Remington, que desde entonces se declaró en bancarrota, por comercializar sus productos de manera irresponsable entre jóvenes de riesgo a través de su publicidad en videojuegos, detalla la cadena NBC.
El julio del año pasado, Remington ofreció a las víctimas un acuerdo de unos 33 millones de dólares (29 millones de euros) para cerrar el caso, después de que en 2019, el Tribunal Supremo de Estados Unidos desestimará un recurso presentado por la empresa acogiéndose a una ley federal con la que pretendía evitar cualquier tipo de responsabilidad en lo ocurrido.
El fabricante de armas fue ampliamente criticado en septiembre del año pasado, unos meses después de que su oferta de conciliación fuera rechazada por las familias al intentar sin éxito hacerse con los informes académicos y de asistencia de los docentes y de cinco de los niños asesinados.
"No tenemos explicación de por qué Remington ha pedido al Distrito de Escuelas Públicas de Newtown los registros académicos, de asistencia y disciplinarios de estos cinco escolares de jardín de infancia y de primer grado", cuestionó el abogado de las víctimas, Joshua Koskoff.
"Estos registros no pueden excusar la atroz conducta de publicidad de Remington, ni servir de ayuda para estimar los catastróficos daños de lo ocurrido. La única parte relevante de este historial de asistencia es que estaban en sus escritorios el 14 de diciembre de 2012″, remarcó entonces Koskoff.
El autor de la masacre sufría de problemas de salud mental. Lanza –que tenía síndrome de Asperger y presentó durante su adolescencia cuadros de depresión, ansiedad y trastorno obsesivo compulsivo– mató a su madre con el mismo arma antes de irrumpir en Sandy Hook y matar a 26 personas, después de lo cual se disparó en la cabeza.