El líder ruso rubricó los documentos que establecen como estados independientes de Ucrania a las dos comunidades prorrusas.
En el 2007, la revista Times lo eligió como “Persona del año” por su liderazgo en Rusia y volver a sentar a su país en la mesa de los poderosos del mundo.
Ocho años después, Forbes, otra publicación prestigiosa de Estados Unidos lo seleccionó como el político y estadista “más poderoso del mundo”.
Lo cierto es que se trata de un líder carismático, firme, versátil y muy inteligente que ha sabido lidiar y triunfar ante sus encontronazos con el liderazgo mundial occidental.
¿Podrá salir airoso esta vez ante la guerra que enfrenta a Rusia y Ucrania?
Más aún, cuáles efectos tendrá la decisión de Vladimir Putin de reconocer mediante decreto la independencia de las regiones rebeldes de Donetsk y Luhansk, situadas en el este de Ucrania.
El líder ruso rubricó los documentos que establecen como estados independientes de Ucrania a las dos comunidades prorrusas, que hoy representan el foco de atención mundial.
Putin con su magnetismo y calculados movimientos de las fichas del ajedrez en la compleja geopolítica mundial, logró que el presidente estadounidense Donald Trump, alabara su decisión frente a Ucrania.
Todo indica que su objetivo inmediato es devolverle el esplendor de fuerza avasalladora a Rusia, y algunos interpretan que, su estrategia se orienta hacia la recuperación de los territorios del antiguo imperio soviético, cuya caída empezó en 1991.
Si alcanza esto, evidentemente Putin será recordado como la versión moderna de José Stalin, apoyada en una poderosa estructura militar capaz de desafiar a las potencias occidentales.
Observadores de la política internacional comienzan a reflexionar acerca de lo que se propone Vladimir Putin en el futuro inmediato, y parece determinado a darle el puntapié a Ucrania para posteriormente ir escalando su dominio y expansión.
Línea de Combate
En la frontera que separa a Rusia de Ucrania, el presidente Putin tiene instalado un arsenal armamentista con casi 200 mil soldados, millares de tanques blindados, helicópteros, aviones, fuerzas navales y flota de guerra desplazada hacia los mares Negro y de Azov, no parece un operativo para simplemente “impresionar”. Desde allí, la inteligencia militar rusa realiza maniobras balísticas nucleares con misiles intercontinentales.
Un escenario preocupante propio de la guerra fría que puso al mundo al borde de la tercera guerra mundial, y cuyas heridas no parecen cicatrizar en las históricas y tortuosas relaciones de Occidente con Rusia.
Parecería que Putin tiene el mundo en sus manos y que su mira se enfoca a debilitar el brazo derecho y soporte militar de Occidente, la OTAN.
Si logra unificar a otras de las 15 repúblicas que integraban la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), estaría a la puerta de consolidar su poderío político, estratégico y militar en el planeta.
De pronto, Washington, ha aplicado sanciones económicas contra el Kremlin, tras Putin provocar el fraccionamiento del Estado ucraniano al decretar la separación de Donetsk y Luhansk, ubicadas en el sureste de la región histórica del Donbás.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, al calificar la postura de Rusia como el “comienzo de una invasión” a Ucrania, comunicó el primer paquete de sanciones a aplicarse de inmediato.
Citó en una alocución desde la Casa Blanca que Estados Unidos va a imponer inmediatamente una "primera tanda" de sanciones que deben cortar al gobierno ruso del financiamiento occidental.
Biden, dijo, además, que: “Estamos implementando sanciones sobre la deuda soberana de Rusia". El sector financiero también fue puesto en la mira, al decretarse el "bloqueo total" contra el VEB, la banca pública de desarrollo; y el PSB, ligado al sector de Defensa.
Ataques Cibernéticos
Las autoridades ucranianas han denunciado una ola de ciberataques masivos contra las plataformas del Gobierno, Parlamento y ministerios de Relaciones Exteriores y Defensa desde que se agudizó la crisis rusa-ucrania.
¿Quiénes están detrás de esos ataques?, evidentemente que el poder tecnológico de Rusia en el ámbito del ciberespacio, le permite hacer eso y mucho más e impactar en cualquier parte del mundo.
En otro orden, las autoridades de Rusia parecen estar “blindadas” para afrontar las penalidades económicas y financieras de Estados Unidos y la Unión Europea, después de las experiencias vividas en 2014 tras la incursión de tropas rusas en Crimea.
A partir de ahí, la administración de Putin adoptó medidas para fortalecer la economía y disminuir la dependencia del dólar.
Habría que ver por igual, hasta qué punto China podrá ayudar a Rusia en lo económico en esta coyuntura. Por lógica, Putin y Xi Jinping hablaron más que de temas deportivos durante su plática en Beijing, capital de la República Popular de China, en ocasión de la inauguración el 4 de febrero pasado de los Juegos Olímpicos de Invierno.
El evento deportivo fue todo un éxito pese al “boicot diplomático” impulsado por Occidente.
El liderazgo que exhibe Vladimir Putin en el escenario internacional es de tal magnitud, que inclusive algunas estructuras mediáticas estadounidenses comienzan a compararlo con el perfil y acciones de Adolfo Hitler (1934-1945).
Desde luego, Hitler nunca tuvo el arsenal balístico, dimensión territorial, astucia y fuerza tecnológica como la que tiene Putin.
Artículo de Manuel Díaz Aponte