Además esta nueva autopista revolucionará la industria, la formación de nuevos profesionales y la ciberseguridadad
La quinta generación de tecnologías y estándares de comunicación inalámbrica ha llegado para quedarse y transformar el futuro del Internet de las cosas (IoT). El 5G es ya una realidad que trae consigo un cambio de paradigma pasando de la comunicación entre personas a la comunicación de las cosas.
Para dar respuesta al estado actual del desarrollo tecnológico de esta revolución, mostrar las oportunidades que presenta y analizar las necesidades formativas de los profesionales que participan de la tecnología, la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) realizó la jornada “El papel del 5G como motor de la industria y la sociedad”, un encuentro organizado desde los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación y que contó con la participación de expertos del sector.
“Aunque estamos en los comienzos de la época del 5G, esta tecnología ya empieza a desplazar al 4G”, explicó Federico Ruiz, responsable del Observatorio Nacional 5G. La clave del nuevo paradigma se sustenta en varios pilares. Uno de los aspectos más destacados es la velocidad de conexión, que reducirá al mínimo el tiempo de espera y aumentará exponencialmente el número de dispositivos conectados. “Sin embargo, hay dos características más que son vitales: la baja latencia, que se refiere a la rapidez de reflejos de la red, y la fiabilidad” explicaron expertos de la UOC.
“Este trío de características permitirá cubrir aplicaciones que hasta ahora eran imposibles: quirófanos conectados, eliminar las limitaciones de la distancia y el tiempo o servicios como los coches conectados y conducidos a distancia” explicó Ruiz.
Conectar dispositivos en tiempo real para conducir, trabajar, cocinar, resolver emergencias, etcétera, son algunas de las utilidades que propiciará el desarrollo e implementación del 5G. “Ahora mismo tenemos un despliegue 5G ‘non-standalone’. Coexistimos en mayor o menor medida con las redes 4G. Poco a poco se irán desplegando frecuencias propias de la quinta generación y nos adentraremos en el despliegue que permita sustituir equipos 3G y 4G”, aseguró Fransico Ruiz.
El 5G ‘non-standalone’ o NSA ha sido el primer paso en la extensión de las nuevas redes. Hasta el momento, se ha utilizado el espectro de radio destinado a la nueva tecnología, pero ha sido necesaria la infraestructura ya existente de la red 4G para funcionar correctamente. “La tendencia hacia el Standalone, hacia un despliegue completamente nuevo, sin herencia de base instalada previa, es la meta y la razón. Un despliegue que, desde el punto de vista técnico y de inversión económica, puede extenderse durante una década, como ya ha ocurrido con generaciones de red anteriores” explican expertos de la UOC.
Nuevos modelos de negocio
Según los expertos que participaron en la jornada promovida por la UOC, el presente y el futuro serán una auténtica “carrera de fondo” en la que los motores del despliegue tendrán que encontrar el equilibrio entre consumidor e industria. La nueva generación no sólo aumentará la velocidad de las conexiones, reducirá al mínimo la latencia y multiplicará exponencialmente el número de dispositivos conectados, sino que propiciará un amplio abanico de nuevos negocios cuyo nacimiento estará condicionado a la implementación de esta tecnología.
“Asistiremos a muchos cambios importantes como la virtualización de los servicios, la introducción del Network Slicing, que es la capacidad de compartimentar la red, incluso dedicando espacios específicos a determinados servicios, y la introducción del Edge Computing como una herramienta que no sólo varía la concepción del uso del Cloud, sino que contribuye a la aparición de funciones que precisan de almacenamiento cercano al usuario para la optimización de las mismas”, apuntó Eduard Martin, director de Conectividad Inteligente del Mobile World Capital Barcelona.
“Tenemos que ver qué va a pasar con la nueva arquitectura. Nos estamos refiriendo a la instalación de macro antenas y smalls cells, nuevas infraestructuras que serán necesarias si queremos mantener servicios como podría ser la movilidad autónoma”, señaló Martín. Aparecerán así nuevos modelos de negocio que tendrán que coexistir con la prestación de los servicios tradicionales de los operadores de telecomunicaciones.
La red 5G podrá soportar aplicaciones relacionadas con servicios de emergencias y de seguridad pública que pueden incluso involucrar riesgo de vidas humanas. “Podremos hacer frente a los servicios de misión crítica como operaciones quirúrgicas remotas, la movilidad autónoma, la evolución de la robótica, la aplicación de inteligencia artificial para la resolución de problemas en tiempo real, etcétera. Estas aplicaciones, hasta el momento, sólo las podíamos concebir sobre redes físicas, cableadas, y, por lo tanto, con todas las dificultades que para el negocio plantea mantener esa infraestructura”, apuntó Martín.
El 5G promete ser una ventana abierta a las oportunidades para el ámbito empresarial, pero también para organismos y particulares. Atender a las nuevas oportunidades y servicios acarreará la necesidad de talento humano para hacer realidad las nuevas funcionalidades digitales y la migración a la quinta generación de la red.
El perfil de estos profesionales, advierten los expertos de la UOC, irá más allá del aspecto técnico y la formación específica. “Serán necesarios profesionales multidisciplinarios y polivalentes. No sólo la parte técnica nos va a permitir aplicar la tecnología, sino que necesitaremos ampliar estos conocimientos. Hay un paso más que nos tiene que llevar a ser capaces de adaptarnos al cambio, tener capacidad analítica, visión estratégica y, además, una visión global”, aseguró Carlos Monzo, director del máster universitario de Ingeniería de Telecomunicación de la UOC.
La ciberseguridad ha sido otro de los aspectos sobre los que se debatió en el espacio promovido por la UOC. En los últimos meses, empresas e instituciones han sufrido ataques cibernéticos. El despliegue de la nueva generación podría ampliar las posibilidades del ciberespionaje tanto en el ámbito público como en el privado. “Asistimos a ciberataques que se convierten en un secuestro de datos. El internet de las cosas (IoT) expande el perímetro de ataque. La buena noticia es que el Edge Computing acercará la periferia defensiva de la red y habrá puntos donde, gracias al uso de inteligencia artificial, podrán detectarse tráficos anómalos”, señaló Francisco Ruiz.
El entorno que se plantea será más complejo y los ataques podrían dirigirse a múltiples puntos que van desde la propia conectividad al funcionamiento de las máquinas, pasando por la confidencialidad de los datos que se transmiten entre ellas. “Cuanto más potente es la tecnología más riesgo, pero también más medios para establecer canales seguros”, concluyó Martín.
Fuente UOC