“Es probable que la cifra real sea mucho más alta", ha dicho un representante del organismo de la ONU en Yemen.
MADRID, 12 Mar. (EUROPA PRESS) –
Más de 10.200 niños han muerto o resultado heridos a causa de la guerra desatada en Yemen en marzo de 2015, según ha denunciado este sábado el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), que ha indicado que cerca de 50 menores han fallecido o resultado heridos en lo que va de año por las hostilidades.
"Desde que el conflicto estallara en Yemen hace casi siete años, Naciones Unidas ha verificado que más de 10.200 niños y niñas han resultado muertos o heridos. Es probable que la cifra real sea mucho más alta", ha dicho el representante de UNICEF en Yemen, Philippe Duamelle, según un comunicado publicado por el organismo.
"Tras la intensificación del conflicto en 2021, la violencia ha seguido aumentando este año y, como siempre, los niños y niñas son los primeros y los que más sufren", ha señalado, antes de incidir en que "sólo en los dos primeros meses de este año, se ha informado de la muerte o mutilación de 47 niños y niñas en varios lugares de todo Yemen".
Por ello, ha hecho un llamamiento "a todas las partes en conflicto en Yemen y a quienes tienen influencia sobre ellas, para que protejan a los civiles estén donde estén". "La seguridad de los niños y niñas, su bienestar y su protección deben garantizarse en todo momento", ha apuntado.
"La violencia, el sufrimiento y el dolor han sido habituales en Yemen, con graves consecuencias sobre millones de niños y sus familias. Ya es hora de que se llegue a una solución política sostenible para que la población y sus niños puedan finalmente vivir en la paz que tanto merecen", ha zanjado Duamelle.
La guerra enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente, liderado por Abdo Rabbu Mansur Hadi y apoyado por la coalición internacional liderada por Arabia Saudí, y a los huthis, respaldados por Irán, pese a los esfuerzos internacionales de mediación, en una guerra que ha provocado la que es la mayor crisis humanitaria mundial. Los rebeldes controlan, además de la capital, otras zonas del norte y el oeste del país.