En ese predominio por alcanzar mayores espacios territoriales e influencias en el control político y estratégico, están resueltamente decididos tanto los chinos como los rusos.
Llegar a creer que Rusia puede ser “aislada” mediante sanciones económicas por Occidente es un error de cálculo que hasta generaría otros escenarios devastadores para el mundo, y la sepultura de lo que ha sido la Era de la Globalización.
Lo primero es entender que se trata de Rusia, potencia económica, tecnológica y militar con prominencia en la geopolítica mundial actual, cuyo “retraimiento” y aplicación de sanciones desencadenaría múltiples fases que conduciría irremediablemente al abismo a todo el sistema económico mundial.
Junto a China, los rusos son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Como también, Estados Unidos de América, Francia y Gran Bretaña.
¿Es fácil aislar al país más grande del planeta con 17 millones de kilómetros cuadrados? De ninguna manera, aunque importantes estructuras mediáticas occidentales están promoviendo esa idea.
Algunos hasta piden la cabeza del presidente de Rusia, Vladimir Putin, apelando a diversos epítetos como “asesino”, entre otros.
Sus críticos más férreos hasta lo comparan con Adolfo Hitler, llegando a editar imágenes que simbolizan el perfil del hombre que fue responsable del inicio de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Más allá de la actual guerra escenificada por Rusia-Ucrania, está en juego lo que sería la nueva conformación de la geopolítica y poderío mundial, en el que China y Rusia buscan incidir.
En ese predominio por alcanzar mayores espacios territoriales e influencias en el control político y estratégico, están resueltamente decididos tanto los chinos como los rusos.
Putin, no es un marxista-leninista, incluso ha criticado públicamente al icónico líder fundador de la antigua URSS, Vladimir Illich Lenin. Más bien, es un seguidor de la filosofía ortodoxa y que apoya planteamientos de la Iglesia Ortodoxa Rusa basado en la moral conservadora.
El ex jefe de la KGB parecería que tiene un propósito central en las acciones que emprende actualmente, y cuyo fin, sería la reconquista de las 15 repúblicas que integraban la URSS.
Las agencias de inteligencia de las principales potencias del globo tienen mucho trabajo en estos momentos, rastreando segundo por segundo los movimientos de la formidable estructura de defensa y nuclear rusa.
Implica, además, monitorear sistemáticamente las acciones y disposiciones del Kremlin en lo militar, político y diplomático.
Advertencia de Xi Jinping
Pero, Xi Jinping, parsimonioso e inteligente líder y presidente de la República Popular de China, ha hecho una advertencia al liderato mundial indicando que las penalidades contra Rusia, “arrastrarán hacia abajo a la economía mundial”.
Por igual, llamó a defender activamente un concepto de seguridad común, integral, cooperativo y sostenible.
El respecto dijo que: “China apoya a Francia y Alemania para que procedan en función de los propios intereses de Europa, consideren la seguridad duradera de Europa, se adhieran a la independencia estratégica y promuevan la construcción de un marco de seguridad europeo equilibrado, eficaz y sostenible”, enfatizó Xi Jinping.
Al referirse a las relaciones de Moscú y Occidente, el líder chino exhortó a “defender activamente un concepto de seguridad común, integral, cooperativo y sostenible”, así como a “un diálogo igualitario entre Europa, Rusia, Estados Unidos y la OTAN”.
Enjundiosos planteamientos que merecen ser estudiados por los gobernantes de las potencias occidentales, algunos de los cuales creen firmemente que imponiendo castigo a los rusos se lograría doblegar al Kremlin por la guerra con Ucrania.
¿Y qué de la Globalización?, ¿Sería su estocada mortal? Ese sistema de integración de las economías del mundo tuvo su epicentro al final de la guerra fría, enfocado en el impulso del comercio y movimientos financieros.
El giro del Estado de Rusia hacia una economía de mercados le permitió acercarse a los tradicionales ejes dominantes occidentales en la década del noventa. Coincidiendo casi simultáneamente con el derrumbe del antiguo imperio soviético en 1991.
Mijaíl Gorbachov, secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética desde 1985 hasta 1991 y jefe de Estado (1988-1991), fue víctima del golpismo conducido por extremistas marxistas-leninistas.
En julio de 1991, dentro del marco de la transición hacia una economía de mercado, en la ex Unión Soviética entró en vigor la ley sobre los principios fundamentales de desestatización y privatización de las empresas.
Unión Estratégica
China y Rusia trabajan en pro de levantar un nuevo modelo y orden económico mundial, y se cree que el objetivo central de Vladimir Putin más que el control de Ucrania, es levantar el edificio del expansionismo ruso en el mundo.
Lo que algunos ya califican como la versión moderna de otra guerra fría podría ser contrarrestada por las potencias occidentales si deciden cambiar los esquemas desarrollistas vigentes, responsable de la exclusión y desequilibrios económicos y sociales.
¿Por qué las potencias mundiales no auspician una agenda de desarrollo global que efectivamente modifique el drama de tanta desigualdad y pobreza en el planeta?
El ambicioso y multimillonario corredor comercial del gobierno de la República Popular de China bautizado como La Ruta de la Seda, ejemplifica la configuración del gigante asiático de expandir su radio de influencia en África y Medio Oriente.
En su primera fase, la novedosa infraestructura hará que el gigante asiático se conecte con las regiones africanas y del oriente medio, y tendrá un costo de casi US$51.000 millones, de los que US$46.000 millones vendrán de China.
Nuevo Modelo
Este Corredor Económico China-Pakistán (CECP), cuyo objetivo es unir la región occidental de China con el Mar Arábigo y el Océano Índico, vía Pakistán, dispone de diversas infraestructuras y modernización de carreteras, ferrocarriles, gasoductos y otros grandes proyectos desarrollistas.
En la ejecución de esta mega obra, es evidente que China juega a ampliar su estrategia de dominio alrededor del mundo consolidándose, así como una superpotencia.
La Ruta de la Seda daría a la República Popular de China acceso hacia la región del Golfo Pérsico y Medio Oriente y una posición ventajosa para tener mayor influencia en África, así como en el sur y centro de Asia.
Mientras tanto, China que tiene excelentes relaciones comerciales con Ucrania no ha criticado públicamente el conflicto ruso-ucraniano.
Al final, China saca ventajas en esta "confrontación" entre entre Moscú y Washington.