Xi Jinping pide medidas específicas para frenar el brote de coronavirus en China minimizando los efectos económicos
MADRID, 17 Mar. (EUROPA PRESS) –
El presidente de China, Xi Jinping, ha pedido este jueves que se apliquen medidas rápidas y efectivas para frenar el avance del coronavirus en el país, que registra un importante brote de contagios, pero minimizando los efectos negativos en la economía.
Varias regiones del gigante asiático están experimentando serios incrementos en el número de contagios. En el último balance oficial, difundido este martes, China confirmó cerca de 2.500 nuevas infecciones, unas cifras que no se registraban desde el inicio de la pandemia.
Así pues, Xi ha advertido de que la coyuntura sanitaria a nivel internacional es "compleja y ardua" y, a nivel nacional, ha pedido a los gobiernos de todos los niveles administrativos que no cesen en sus esfuerzos de prevención y control de la enfermedad.
En este sentido, el presidente chino ha reconocido que la estrategia de prevención se ha basado en "prevenir infecciones importadas y el resurgimiento interno", unas decisiones que, según el mandatario, han protegido la salud y la seguridad de las personas y ha colocado a China como líder mundial en el desarrollo económico y el control de la pandemia.
Por tanto, amparándose en estos argumentos, el Partido Comunista de China, tras una reunión para debatir la estrategia sanitaria, ha acordado continuar con las medidas de "detección temprana, notificación temprana, aislamiento temprano y tratamiento temprano".
En esta reunión también se ha hecho hincapié en la necesidad de garantizar el orden normal del trabajo y la producción, asegurar el suministro de bienes esenciales y satisfacer las necesidades de servicios médicos de la ciudadanía, según recoge la cadena de televisión CGTN.
ESTRATEGIA DE "CERO COVID"
Las autoridades sanitarias de China han puesto bajo confinamiento a la mayor parte de los habitantes de varias ciudades, incluidas Changchum o Shenzhen. Esta última es sede de gigantes tecnológicos nacionales como Huawei y Tencent.
Pese a que los datos de contagios suponen una cifra ínfima en comparación con otros países –China cuenta con una población de 1.411 millones de habitantes–, el Gobierno ha decidido imponer una política draconiana de confinamientos para intentar contener lo que se trataría de una expansión masiva de la enfermedad.
Tras el brote de Wuhan a principios de 2020, China adoptó una política "cero COVID" contra el virus, por lo que las autoridades se apresuraron a tomar medidas muy estrictas para evitar su propagación.
En los dos últimos años, los brotes apenas han existido gracias a los tests a grandes partes de la población y a los cierres masivos. Sin embargo, la variante ómicron, detectada en el país por primera vez en enero, ha llevado a China a llevar su política restrictiva más lejos.