Fue también acogida la declaratoria de hija adoptiva de la ciudad y el reconocimiento de hija meritoria.
Santo Domingo.- Tres días de duelo municipal fueron declarados desde este martes 22 de marzo al 24 de marzo por el Concejo de Regidores del Distrito Nacional a raíz del fallecimiento de la ex primera dama de la República, Doña Rosa Gómez de Mejía.
Es sesión extraordinaria este martes en el salón Emilio Rodríguez Demorizi, los concejales acogieron la ordenanza la cual destaca el legado de Gómez de Mejía por su solidaridad y altruismo, quien durante su vida recibió distintos honores y condecoraciones, tales como la Gran Cruz de la Orden Isabel La Católica de su Majestad el Rey Don Juan Carlos I de España, el Doctorado Honoris Causa en Humanidades de la Universidad Católica Tecnológica del Cibao, el Botón Paul Harris, máximo galardón que concede la Fundación Rotaria Internacional, entre otros reconocimientos.
El Concejo de Regidores inició esta sesión en oración pidiendo fortaleza por la familia Mejía Gómez y un minuto de silencio en su honor.
Múltiples turnos fueron agotados por los concejales para externar sus condolencias a la alcaldesa Carolina Mejía, al expresidente de la República Hipólito Mejía, sus hijos Ramón, Felipe y Lissa y demás familiares.
También, tras someterse como enmienda en la agenda del día, fueron acogidas las declaratorias comp hija adoptiva de la ciudad de Santo Domingo a Doña Rosa Gómez de Mejía, así como el reconocimiento póstumo como hija meritoria de la ciudad por sus aportes como educadora a la niñez dominicana a través del trabajo social que ejerció durante gran parte de su vida.
Los regidores la describieron como una mujer ejemplar por su legado en el ejercicio como primera dama, llevando bienestar a los más necesitados, como una mujer noble y afable
Gómez de Mejía falleció la noche de este lunes tras sufrir un infarto. Sus restos están siendo expuestos en la funeraria Jardín Memorial a partir de este martes a las 2:00pm. Mientras que este martes a las 10 de la mañana será oficiada una misa en su honor, y posteriormente se le dará cristiana sepultura.