La inflación, los conflictos marcados por grupos delincuenciales, y los desastres por fenómenos naturales, calzan con una persistente inestabilidad política.
PUERTO PRÍNCIPE – Los elevados niveles de inseguridad alimentaria que padece Haití pueden incrementarse y el hambre afectar a 4,6 millones de personas en los próximos meses, advirtió este martes 22 el Programa Mundial de alimentos (PMA).
Haití “es parte de un ‘anillo de fuego’ que rodea al mundo donde las crisis climáticas, los conflictos, la covid-19 y el aumento de los costos están empujando a las comunidades vulnerables al límite», dijo durante una conferencia de prensa Pierre Honnorat, representante del PMA en el país.
La inflación, los conflictos marcados por grupos delincuenciales, y los desastres por fenómenos naturales, calzan con una persistente inestabilidad política, incrementada desde el asesinato el 7 de julio de 2021 del entonces presidente Jovenel Moïse.
Según las últimas estimaciones de la Clasificación Integrada en Fases (CIF) que emplea el PMA y que tiene una escala de cinco, se calcula que padecen hambre unos 4,5 millones de haitianos, más de 40 % de sus 11 millones de habitantes.
Es probable que 1,3 millones estén en emergencia (Fase 4) entre marzo y junio de este año, según los cálculos del PMA, totalizando en esa situación al final del semestre hasta 4,6 millones de personas afectadas.
La Fase 4 de la CIF resulta en un consumo de alimentos extremadamente insuficiente en los hogares, debido a la reducción del acceso a los alimentos básicos porque los precios aumentan y los ingresos siguen siendo muy bajos.
Para algunas familias, la crisis económica actual se caracteriza por un debilitamiento de la moneda (el gourde) frente al dólar estadounidense, una inflación galopante y un aumento de los precios del combustible en los últimos meses.
La crisis de Ucrania pronto puede empeorar la seguridad alimentaria de Haití, por el aumento de los precios mundiales de los alimentos que este país debe importar.
Además, la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, como sequías, inundaciones y tormentas, tienen un efecto perjudicial en los cultivos, la infraestructura y los activos agrícolas, lo que afecta los medios de vida rurales.
Según la Coordinación Nacional de Seguridad Alimentaria, el costo mensual de la canasta básica mínima (arroz, harina de trigo, maíz, frijol, azúcar y aceite vegetal) aumentó de 20 dólares a 30 dólares.
En dos años, el precio del pan se ha multiplicado por cinco.
En algunas zonas del sur, azotadas por un violento terremoto el 14 de agosto, y donde la respuesta de emergencia fue limitada, la situación se ha deteriorado. Y el norte de este país, de apenas 27 750 kilómetros cuadrados, sufre las consecuencias de las fuertes inundaciones de finales de enero.
Ante esta emergencia humanitaria, el PMA dijo que espera asistir este año a 1,7 millones de personas, después de que en 2021 logró entregar alimentos y otras ayudas a 1,3 millones de haitianos.
Esa agencia de las Naciones Unidas también asume iniciativas para aumentar la resiliencia de la población y la protección social, con actividades de generación de ingresos y reducción del riesgo de desastres en las comunidades.
Los activos de la comunidad incluyen la rehabilitación de carreteras, la conservación del suelo y el agua, los canales de riego, y actividades complementarias destinadas a fortalecer la producción local de alimentos, las prácticas agrícolas, la nutrición y la reducción de las desigualdades de género, indicó el PMA.
Publicado originalmente por Ipsnoticias.net