“Mensaje a las pandillas: Tenemos 16.000 "homeboys" en nuestro poder. Aparte de los 1.000 arrestados en estos días. Les decomisamos todo, hasta las colchonetas “
MADRID, 29 Mar. (EUROPA PRESS) – El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha reclamado este lunes a los presos, a los que ha denominado como "pandilleros", que "paren de matar ya" en el segundo día de régimen de excepción en el país, aprobado por la Asamblea Legislativa en la madrugada del domingo.
"Mensaje a las pandillas: Tenemos 16.000 "homeboys" en nuestro poder. Aparte de los 1.000 arrestados en estos días. Les decomisamos todo, hasta las colchonetas para dormir. Les racionamos la comida y ahora ya no verán el sol. Paren de matar ya o ellos la van a pagar también", ha escrito Bukele en la red social Twitter.
El presidente, en otro mensaje publicado en sus redes sociales, se ha referido a la "comunidad internacional" que está "preocupada por sus angelitos". "Vengan y tráiganles comida porque yo no le quitaré presupuesto a las escuelas para darle de comer a estos terroristas", ha dicho.
Asimismo, la dirección general de Centros Penales ha informado que los reos permanecerán encerrados en sus celdas las 24 horas del día "sin posibilidad de ver la luz del sol en ningún momento" y ha agregado que "los pandilleros van a dormir en el suelo", tal y como recoge el diario salvadoreño 'El Mundo'.
"¿Tomaron nota cabecillas? El mensaje es claro y contundente, aquí no existe tregua, van a entender que el Estado y el pueblo salvadoreño se respetan sí o sí", ha declarado el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro.
La Policía de El Salvador detuvo durante el fin de semana a un total de 576 personas por el alza de los homicidios en el país centroamericano, que obligó a imponer un estado de excepción de 30 días para combatir la ola.
La Asamblea Legislativa salvadoreña aprobó el domingo la entrada en vigor del régimen de excepción en todo el país para combatir la ola de homicidios, que el sábado dejó más de 60 muertos. La ola de crímenes ha ido en ascenso desde principios de año y el presidente, Nayib Bukele, ha prometido atajarla de raíz.