La República Dominicana en su devenir ha tenido dos dictadores que llevaron el país por senderos tenebrosos.
La provincia Espaillat, y muy especialmente la ciudad de Moca, es un pueblo cuya historia está llena de acciones patrióticas, heroicas, solidarias y valientes.
Sus hombres y y mujeres nunca han escatimado esfuerzos para servir a la patria. En muchos momentos críticos de nuestra nación, los mocanos han emergido como punta de lanza y motor impulsor de la solución de esas situaciones.
La República Dominicana en su devenir ha tenido dos dictadores que llevaron el país por senderos tenebrosos, con mucha violencia y represión, conculcando los derechos humanos y creando un clima de terror. Esos dos dictadores, Lilís y Trujillo, murieron ambos ajusticiados a balazos, fruto de la acción y planificación de un grupo de patriotas donde los mocanos jugaron el papel fundamental.
El dictador Lilís desgobernó la nación por más casi tres lustros y la sumió en una de las crisis económicas más graves de toda su historia. El pueblo dominicano se cansó de su dictadura y fue ajusticiado el 26 de julio de 1899, cuando visitaba el almacen de don Jacobo de Lara, en pleno centro de la ciudad de Moca. La conspiración contra Lilís fue dirigida y ejecutada por un grupo de patriotas mocanos entre los que se destacan Mon Cáceres, Horacio Vásquez, José Brache y el joven Jacobito de Lara, ahijado de Lilís y quien le dio el primer disparo, entre otros.
El dictador Trujillo, que desgobernó el país por más de tres décadas, corrió la misma suerte de Lilís. Fue ajusticiado la noche del 30 de mayo de 1961, en una acción donde tres de las bujías principales fueron los patriotas mocanos Antonio de la Maza, Luis Manuel Cáceres (Tunti) y Antonio García Vásquez. Fruto de estas dos acciones heroicas y de enorme trascendencia para los dominicanos, con justo razón a Moca se le ha reconocido como “un pueblo de hijos valientes que luchan por la libertad y terminan con todas las dictaduras”.
Moca también ha dado tres presidentes muy importantes: Horacio Vasquez, Ramón Cáceres (Mon) y Hector García Godoy. Los dos primeros jugaron papeles estelares en la conducción de la nación dominicana desde finales del siglo XIX hasta la llegada de la dictadura de Trujillo. Y el tercero, fue una figura clave para el acuerdo que puso fin a la revolución de abril de 1965, siendo elegido como el mandatario que condujo la transición hasta las elecciones de 1966.
Este pasado viernes 1ero de abril, sentimos con mucha alegría ese espíritu patriótico, heroico y solidario de los mocanos. Ese día fue la presentación de la Gala Premier del documental “Presidentes dominicanos en la historia (1844-1966)” en la ciudad de Moca. En el documental se hace una recreación del ajusticiamiento de Lilís y todas las escenas de ese acontecimiento histórico fueron filmadas en los terrenos del Museo Ramón Cáceres, quien justamente fue el principal ajusticiador del tirano. Asimismo, en esas filmaciones participaron una gran cantidad de actores oriundos de Moca.
El pueblo mocano apoyó las dos presentaciones que se realizaron en el teatro Don Bosco, en las que se dieron cita una gran cantidad de estudiantes secundarios, y las más importantes autoridades y personalidades de esa ciudad que ha escrito tantas páginas hermosas en la historia dominicana. Los jóvenes estudiantes fueron ampliamente impactados por ese recorrido histórico que presenta el documental y por todas las enseñanzas que recibieron.
La presentación fue impulsada y respaldada por la Alcaldía de Moca y el programa del comunicador Thony Genao. Estuvo encabezada por el Alcalde Guarocuya Cabral y la vicealcadesa Gerlyn Martínez, y contó con la asistencia del diputado Carlos Alberto, don Mario Cáceres, el ex-senador José Rafael Vargas, los regidores Hamlet Pérez, Guillermo Ferreira e Idelkis Feliz, los comunicadores Rafael Lantigua y Benjamín García, Nolberto García, secretario general del ayuntamiento, entre otras personalidades.
Gracias, Moca, por el apoyo y solidaridad con este documental. Gracias, pueblo de Moca, por seguir siendo ejemplo para servir a la patria, y por servirnos de estímulo para poner todos nuestros esfuerzos en seguir sembrando valores patrióticos en la sociedad dominicana.
Euri Cabral
Economista y Comunicador