Es la más grande que se haya hecho, pues ocupa Fortaleza Ozama, calle Las Damas y locales por aquí y por allá (me cansé de tanto caminar). Tiene, por supuesto, mucho mayor número de librerías e instituciones culturales. Es muy diversa en sus contenidos. Su programa de eventos con gente de aquí y de allá (conferencias, coloquios y exposiciones) es muy variado. Los lugares para comer están por allá, todos juntos y separados del resto. Mucha gente, mucho orden, mucha seguridad… (Estoy convencido, dígase lo que se diga, que la XXI Feria Internacional del Libro es, más que eso, una excelente Feria de la Cultura).