El verdadero centro de debate de la problemática de la RD no es el Congreso, son las redes.
Por Milton Olivo
El Poder Legislativo debe ser el cerebro, o centro de pensamiento estratégico de RD. Por desgracia, no pasa de sello gomigrafo, una entidad pasiva, creativamente nula, donde los compañeros del poder, de forma genuflexión aprueban todo lo que les llega, y la oposición, por ser tal, irresponsablemente los rechaza.
La causa de la incompetencia del Poder Legislativo es histórica. Causada – con limitadísima excepciones- por incapacidad e inmadurez sociopolítica de sus miembros, aldeanismo mental de otros, y sobre todo, inconsciencia entre su membrecía de la dimensión de su rol institucional e incomprensión de sus deberes. Reflejo de la misma condiciones, en parte importante de la población que los vota.
El verdadero centro de debate de la problemática de la RD no es el Congreso, son las redes. En el Congreso es que se debería estar discutiendo el problema de la invasión haitiana, y el traslado de su población al territorio dominicano, las políticas de endeudamiento, las estrategias para erradicar el desempleo, la necesidad de construir las industrias necesarias para sustituir importaciones. El uso de nuestras reservas internacionales brutas, etc.
Existe en nuestra sociedad, una especie de genuflexión automática de nuestros congresistas ante el Poder Ejecutivo. Que tiene su razón Constitucional, cuando este concentra todos los poderes, los recursos y la capacidad de designar funcionarios. Como del presidente depende todo, todos se someten a su voluntad. Otra desgracia más de la concentración de poder existente.
La inexistencia de la debida soberanía nacional, tiene que ver con la actual concentración Constitucional del poder en el Presidente. Pues con alguna influencia sobre esta persona, poderes internos o externos, pueden conseguir cosas, que de existir más descentralización, sería imposible.
Mientras gran parte de los ciudadanos RD sigan en la inmoralidad de apoyar políticos corruptos buscando ventajas personales, seguiremos con un nivel de atraso y división que bloqueará las posibilidades de elevarnos a una sociedad donde impere la justicia, vía de alcanzar el bienestar colectivo.
Si algo, agradezco y me da fuerza y optimismo con respecto al futuro, es que tenemos todos que admitir, que con Luis Abinader en el poder, ha sido desarticulada la corrupción como sistema. Y que se ha iniciado una tolerancia cero institucional a la corrupción. Que es ya un avance y grande.
Es un comportamiento terrorista y antinacional, querer convertir en causa de inestabilidad, acusando de responsable al gobierno, del incremento de los precios, cuando todos sabemos que es consecuencia de los efectos derivados de la crisis global por la pandemia y la actual guerra y sus derivadas.
Yo apoyo una profunda reforma Constitucional. Que reduzca los poderes del presidente, cierre el Senado de la República, establezca que solo el 50% de diputados represente partidos, el otro 50% las organizaciones de la sociedad. Y que los gobernadores provinciales sean electos.
El autor es escritor y ciudadano nacionalista