Las contribuciones de los docentes activos no alcanzan para pagar los beneficios adquiridos por los docentes que se retiran.
SANTO DOMINGO.-Acción Empresarial por la Educación (Educa) consideró que el Programa Especial de Pensiones y Jubilaciones que impulsa el Ministerio de Educación , no es financieramente sostenible, en el corto, mediano o largo plazo
Darwin Caraballo, director ejecutivo de la entidad, dijo que eso se debe a que no se cumple el requerimiento básico de un sistema de reparto y las contribuciones de los docentes activos no alcanzan para pagar los beneficios adquiridos por los docentes que se retiran.
Caraballo explicó que el sistema jubilatorio de los docentes en la República Dominicana que corresponde al Inabima, tiene algunas características que a la luz de los análisis actuariales, concluyen en demostrar que ese sistema no será sustentable.
No obstante, refiere que poco caso se hizo a la investigación realizada por expertos que observaron que, si se mantiene la tendencia de incrementos salariales actuales y del número de docentes hasta 2030, el fondo de retiro no podrá hacer frente al pago de prestaciones más allá del 2045.
Dijo que llegado el 2038, cuando finaliza el periodo transitorio dispuesto por el reglamento, el Ministerio de Educación estaría destinando el 16 % de su presupuesto al pago de prestaciones y contribuciones provisionales.
Factores amenazan la sostenibilidad financiera del programa
Se consigna que de acuerdo a los datos contenidos en la indagación realizada al respecto, varios factores amenazan la sostenibilidad financiera del programa y cita en primer lugar los aumentos salariales constantes desde el año 2013 al personal docente activo, incluyendo a docentes cercanos a la edad de retiro. El estudio actuarial realizado por Educa establece que el Ministerio de Educación destinará el 16% de su presupuesto a este concepto en 15 años.
La entidad cita en segundo lugar aumentos en el monto de las pensiones de docentes ya retirados de sus funciones que, han incrementado significativamente la partida total de pensiones y jubilaciones en el mismo periodo.
Se destaca además, en tercer lugar, que el aumento en la esperanza de vida poblacional, la disminución de la edad promedio de los nuevos docentes del magisterio, y una normativa de jubilación que prioriza los años de servicio docente sobre la edad del afiliado, podrían resultar en una mayor carga financiera para el programa de pensiones y jubilaciones en el mediano y largo plazo.
Se indica asimismo, que el curso de acción que se tomó respecto al traspaso de los afiliados y de los fondos acumulados por los docentes, previo al inicio de las operaciones de Instituto Nacional de Bienestar Magisterial (Inabima), crearon un desbalance financiero en el fondo desde sus inicios, comprometiendo aún más su sostenibilidad en el mediano y largo plazo.
Se recuerda que el Inabima fue creado mediante la Ley General de Educación 66-97, de abril de 1997, para el manejo de las pensiones y jubilaciones de los maestros del sistema público.
El Instituto inició sus operaciones en 2006, pero no fue hasta 2008 cuando, mediante la ley 451-08 fue formalizado su rol de administrador, mientras en 2009, el Consejo Nacional de la Seguridad Social ordenó el traspaso de docentes y sus fondos al Inabima.
Además, anteriormente el Ministerio de Hacienda manejaba las pensiones y jubilaciones, hasta que en el 2001 los docentes fueron afiliados a las administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), pero muchos se quedaron en el sistema anterior.
El pago de gran parte de las pensiones proviene del presupuesto del Minerd, ya que el patrimonio del Inabima, que se nutre de los aportes, está siendo capitalizado.
De acuerdo al reglamento de la institución, durante 15 años el Estado asumirá el pago de las pensiones y jubilaciones, y el Inabima cubrirá las pensiones de sobrevivencia.
En una segunda etapa, de 15 años también, el pago será compartido entre ambos, pero el Inabima aportará un máximo de 10 %.