Varias familias haitianas se han visto obligadas a huir de sus hogares en los últimos días a causa de la violencia.
Puerto Príncipe.- Las pandillas haitianas han secuestrado este martes y miércoles diez camiones cisterna, que contenían productos derivados del petróleo, en la terminal de Varreux, en el municipio de Cité Soleil, en el norte de Puerto Príncipe, tal y como ha informado la Asociación Nacional de Distribuidores de Productos Petrolíferos (Anadipp).
"Las estaciones de la capital y la zona norte todavía no se abastecen con normalidad", ha subrayado Anadipp.
Numerosos vehículos hacen cola en las gasolineras, desde hace varias semanas y una gran cantidad de estaciones de servicio permanecen cerradas en Haití, según ha explicado la agencia de noticias Alterpresse.
Varias familias haitianas se han visto obligadas a huir de sus hogares en los últimos días a causa de la violencia de las pandillas '400 Mawozo' y 'Chen mechan' (’Perros Malos'), que continúan en particular en la zona de 'Plaine de Cul de sac', en el norte y noreste de Puerto Príncipe.
Protección Civil de Haití advirtió la semana pasada de que los enfrentamientos entre pandillas en la zona norte de Puerto Príncipe, que provocaron que cientos de civiles abandonaran sus casas, podrían aislar la ciudad, cuya zona sur también está controlada por grupos armados.
El Grupo de Trabajo sobre la Seguridad (GTS) de Haití solicitó el jueves "urgentemente" al primer ministro, Ariel Henry, que declarase el estado de emergencia durante un mes, tras los enfrentamientos entre bandas armadas de Puerto Príncipe, que dejaron al menos 20 civiles muertos entre el 24 y el 27 de abril.
En este contexto, la agencia de noticias haitiana advirtió de que la banda '400 Mawozo' que está considerada como una de las más poderosas de la isla, especializada en secuestros de grupos grandes para pedir rescates, estaba operando también en el barrio de 'Croix des Bouquets' (en el noreste de Puerto Príncipe), e intenta extender su dominio.
Haití atraviesa una situación de crisis. Desde el magnicidio del presidente, Jovenel Moise, el pasado 7 de julio, la siempre convulsa situación política y económica de Haití se vio aún más golpeada. Pronto el vacío de poder degeneró en una crisis de seguridad, con asesinatos y secuestros a diario, sobre todo en amplias zonas de la capital.
Además, el mandato del primer ministro, Ariel Henry, terminó oficialmente el 7 de febrero, lo que ha incrementado la crisis de legitimidad en el país y los problemas económicos.