En vista de que Haití ya no es Estado, pues no funciona ninguno de sus tres poderes y ya no tiene partidos ni líderes; en vista de que Haití es un simple territorio ocupado por millones de seres bajo control de grandes bandas criminales y sin conciencia de sí mismos, sobrevivientes de una dura pobreza que no tiene solución; en vista de que Haití representa una amenaza de gran éxodo hacia su vecindad (con o sin barreras fronterizas y vigilancia estricta), creo ineludible una masiva intervención internacional (que obviamente, aunque parezca feo, la República Dominicana debería ser la primera en demandar).