Y no hablemos del narcotráfico, ni del crimen organizado. El bajo mundo.
El ex presidente Leonel Fernández habla como si no ocupó el cargo durante 12 años, como si estuviera un Alzheimer selectivo, que solo le permite recordar las cosas que quiere recordar o que cree le conviene. La razón es simple: está en campaña electoral.
Quiere regresar al poder. Formó un partido a imagen y semejanza por su condición de caudillo al que nadie puede objetar ni contradecir porque su palabra es palabra de Dios.
Se cree insustituible, único, indispensable. El Zeus de la política dominicana, el único que puede “conceptualizar” sobre economía, derecho, medicina, agricultura, política internacional, física cuántica, robótica, ciencia y tecnología. No hay un área en la que no sea experto. Por lo tanto, no hay nadie más que pueda ser presidente de la República.
He llegado a pensar que el ex mandatario tiene algún trastorno de personalidad, posiblemente un déficit de atención, tan común en estos días. Alguien cercano debe recordarle que fue presidente durante tres periodos, y que durante esos 12 años la Policía fue dirigida por carniceros y cirujanos que apresaban, torturaban y mataban a cientos de supuestos delincuentes en “intercambios de disparos”; que fue él quien dijo que prefirió “pagar antes que matar” a los jóvenes en los barrios populares donde la pobreza no tenía límites.
Nunca lo escuché condenar “los intercambios de disparos”, nunca lo escuché decir que estaba consternado, ni lo vi tomar acciones en contra de los agentes que cometían esos hechos. Por el contrario…
Y no hablemos del narcotráfico, ni del crimen organizado. El bajo mundo.
El ex presidente habla como el que defeca y no lo siente.
Ahora dice que gracias a la modificación de la Constitución en el 2010 que propició, el país cuenta con un ministerio público independiente. ¡Mentira! Al ex mandatario nunca le interesó una justicia independiente. Al contrario, la amordazó y la secuestró para que prevaleciera la impunidad ante los bochornosos actos de corrupción que se realizaban en prácticamente todas las instituciones del Estado.
Leonel Fernández encabezó los gobiernos más corruptos que ha conocido la historia del país sin que en ningún caso un corrupto del primer nivel terminara en la cárcel de manera irrevocable y sus bienes incautados. Los corruptos no fueron tocados. Estaban protegidos.
Solo los dos periodos de Danilo Medina superaron al de Leonel. Y que conste, Danilo es un engendro de Leonel que lo hizo presidente con los millones de raciones de alimento, el petróleo de Venezuela y los 40 mil millones de pesos que puso a su disposición durante la campaña electoral, como lo confesó en Nueva York en un acto político del PLD del cual era presidente. (Memoria contra el olvido).
El doctor Guillermo Moreno fue fiscal del Distrito Nacional. Quiso actuar independiente como se supone manda la Constitución. Se hizo muy popular. Pero el presidente Fernández lo destituyó por esa razón y nombró a un miembro a Francisco Domínguez Brito, que luego fue Procurador, dirigente del PLD, el mismo que se acobardó frente a su jefe político Félix Bautista.
Todos los Procuradores de los 20 años del PLD en el poder, fueron miembros, dirigentes o amigos tanto de Leonel como de Danilo; algunos pusilánimes, mequetrefes y lacayos al servicio de la impunidad, incluyendo a Jean Alan Rodríguez, que está en la cárcel porque el presidente es Luís Abinader y la procuradora Mirian Germán, de lo contrario estaría en París.
Díganme si en esta lista hay algún independiente: Abel Rodríguez del Orbe, César Pina Toribio, Redames Jiménez, Mariano Germán, Francisco Domínguez Brito y Jean Alan Rodríguez.
¿Puede Leonel Fernández hablar con propiedad sobre la independencia del ministerio público? ¡De ningún modo!