Las autoridades volvieron a lanzar recientemente el destino turístico de Cayo Largo del Sur.
Por Yosley Carrero
LA HABANA, 16 may (Xinhua) — Las autoridades cubanas han reiterado sus planes de expansión del turismo ecológico en el territorio nacional a partir de los atractivos naturales y la diversidad biológica de los cayos de la isla caribeña.
Con ese propósito se volvió a lanzar recientemente el destino turístico de Cayo Largo del Sur, un islote de origen coralino ubicado a poco más de 100 kilómetros del municipio especial Isla de la Juventud, importante reservorio de flora y fauna de Cuba.
Con una superficie de 37 kilómetros cuadrados, el sitio ofrece a turistas nacionales e internacionales una franja de alrededor de 25 kilómetros de playas de blanca arena, así como la compañía de gaviotas, garzas, colibríes, iguanas y una amplia biodiversidad.
Entre sus principales atractivos destacan las playas Paraíso, Sirena y Linda Mar, donde vacacionistas pueden disfrutar del buceo, deportes acuáticos u observación de corales.
Pero nada en Cayo Largo del Sur capta más la atención de los visitantes foráneos que el proyecto de protección de las diferentes especies de tortugas marinas, que cada año desovan entre los meses de mayo y septiembre.
El biólogo Gonzalo Nodarse, quien es parte de la iniciativa ambientalista, destacó las bondades naturales de estas playas casi vírgenes de la región del Caribe, además de comentar que cada año son trasladados entre 100 y 200 nidos próximos al mar hacia zonas más seguras.
"Lo que hacemos es mover los nidos que están frente a los hoteles, principalmente donde hay playas, a otros sitios, tomando en cuenta que el paso de los turistas puede compactar la arena e impedir que las tortugas recién nacidas puedan subir a la superficie", explicó.
Otro de los especialistas del proyecto, Leonardo Rodríguez, comentó a Xinhua que el programa de protección de las tortugas también tiene como objetivo incrementar la conciencia entre los vacacionistas sobre la necesidad de cuidar el planeta, en medio de los desafíos impuestos por el cambio climático.
Esta labor ocurre mientras la nación caribeña eleva la apuesta por el turismo sustentable, tras la reciente aprobación de la Asamblea Nacional del Poder de Cuba de una nueva ley para el manejo de los recursos naturales y la protección del medio ambiente, que sustituye la normativa de 1997.
Cuba cuenta con más de 4.000 cayos e islotes, entre ellos Cayo Largo del Sur, Cayo Santa María, Cayo Coco y Cayo Guillermo figuran entre los destinos turísticos más visitados.
Entre los turistas internacionales también han ganado popularidad las excursiones a Cayo Blanco, un pequeño islote a unos 14 kilómetros del conocido balneario de Varadero.
En Cayo Blanco, los vacacionistas pueden interactuar o nadar con delfines y conocer sobre la protección de estos mamíferos marinos en Cuba, en medio de un ecosistema de manglar.
El especialista principal del delfinario, Geosle Alfonso, compartió con Xinhua que un grupo de expertos vela por la salud y la alimentación de los delfines con peces de la plataforma cubana.
"Este delfinario es muy natural, ya que la flora y la fauna conviven con nuestros delfines, eso es lo que hace especial a este lugar. Trabajamos para poder rescatar los niveles de visitantes que teníamos antes de la pandemia", expresó.
En 2021, Cuba recibió alrededor de 390.000 turistas internacionales, lejos de los más de 4 millones que llegaban antes de la emergencia sanitaria por el nuevo coronavirus, según los datos del Ministerio de Turismo, pero el gobierno estima para este año el arribo de 2,5 millones de visitantes. Fin