Ha sido una fortuna aún no valorada correctamente -lo digo con toda sinceridad- que Luís Abinader sea el presidente de la República y no Danilo Medina o Leonel Fernández.
Pocas veces el país había estado mejor posesionado en el mundo como en estos momentos gracias al presidente Luís Abinader reconocido como un estadista admirado y respetado en todo el mundo por llegar a la presidencia de un país devastado por un ciclón político morado que destruyó los cimientos de una débil institucionalidad democrática dejando un cráter de miseria y pobreza donde sólo tenían cabida las bancas de apuestas, el narcotráfico, los puntos de drogas, el crimen organizado y la corrupción que abarcó todos los estamentos políticos, económicos y sociales.
Revertir el inmenso daño que hizo el Partido de la Liberación Dominicana en medio de una pandemia sanitaria, de una crisis económica y de una guerra de potencias nucleares con capacidad para acabar con la raza humana, ha sido una tarea titánica que la mayoría de los dominicanos no terminan por comprender en toda su magnitud, pero que tendrá que reconocer en algún momento.
Ha sido una fortuna aún no valorada correctamente -lo digo con toda sinceridad- que Luís Abinader sea el presidente de la República y no Danilo Medina o Leonel Fernández.
¿Ustedes se imaginan al PLD gobernando en medio de la pandemia y de la guerra? ¿Se imaginan a Danilo Medina o a Leonel Fernández como jefes de Estado en medio de la crisis que afecta al país y al mundo? Dicen los cristianos que “Dios sabe lo que hace”. Sin ser cristiano estoy por creerlo. El país estaría en ruina total, acosado por los robos, los atracos, los vicios y la corrupción. Los dominicanos estaremos comiéndonos unos con otros. Fuéramos antropófagos.
Por suerte el PRM con Luís Abinader ganó las elecciones que el PLD intentó sabotear para mantenerse en el poder aún fuera por la fuerza mediante un auto golpe o un fraude electoral que no pudieron realizar. El PLD utilizó la pandemia para continuar robando sobrevaluando los equipos y los medicamentos. La salud del pueblo no le importaba, solo los pingues beneficios que obtendrían con el contagio masivo de la ciudadanía. El pueblo sabio lo impidió votando por el PRM.
Los logros alcanzados en menos de dos años han sido enormes aunque la oposición no lo reconozca, aunque mantenga una campaña de descredito contra el presidente Abinader y el gobierno. La comunidad internacional, sin embargo, reconoce el esfuerza, el sacrificio y la valentía del mandatario otorgándole un puesto de honor por el enfrentamiento exitoso de la crisis.
El tiempo récord el la República Dominicana recuperó los empleos, el turismo, aumentó la producción de alimentos evitando el desabastecimiento a tal punto que el país tienen una sobre reproducción en renglones vitales para la dieta diaria de la población. Los planes sociales se incrementaron favoreciendo a los más vulnerables. Buena parte de la producción agrícola ha sido subsidiada al igual que los combustibles. El dinero está rindiendo porque no se lo están robando. Los planes de austeridad han permitido grandes ahorros. Terminó el despilfarro de los dineros del pueblo.
No hay gastos excesivos en francachelas. No es casual que la economía haya crecido en más de dos dígitos el año pasado, ni que este año crezca por encima del promedio de la región, según lo han expresado organismos internacionales como el Banco Mundial.
Aunque la campaña mediática orquestada por la oposición, sobre todo por Leonel Fernández y el sector de Danilo Medina, en complicidad con determinados dueños de medios, el país avanza en medio de las dificultades. No ha sido fácil. ¿Pero quien dijo que lo sería? ¿Acaso Luís Abinader no encontró una nación en ruinas, no solo económica sino ética y moral?
¿Quién dijo que sería fácil? ¿Quién creyó que las cosas cambiarían de la noche a la mañana? ¿Qué bastaría con promesas de cambio en un país donde históricamente nada cambia a no ser por la fuerza? ¿Quién le dijo a Luís Abinader que gobernaría un país de verdad y no uno de mentira donde “na e na y to e to” porque al PLD le interesaba gobernar en medio de la ruina institucional y moral?
Los dominicanos deberíamos estar orgullosos del “tolete” de presidente que tenemos. Por primera vez en muchos años un presidente que no roba ni permite que los demás lo hagan, como sucedía hasta hace menos de dos años.