Se ha incluido en su 'lista negra' a jueces, fiscales, parlamentarios y funcionarios del Ministerio del Interior acusados de "socavar la democracia" de Nicaragua
MADRID, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -La Administración de Estados Unidos ha anunciado la imposición de sanciones de visado a 93 personas que se cree que "socavaron la democracia" en Nicaragua tras la "reelección ilegítima" de Daniel Ortega como presidente del país el pasado mes de noviembre.
El Departamento de Estado ha reconocido estar "profundamente preocupado" por la situación en el país centroamericano, con lo que ha incluido en su 'lista negra' a jueces, fiscales, parlamentarios y funcionarios del Ministerio del Interior nicaragüense.
Según ha explicado el departamento diplomático estadounidense en un comunicado, estas 93 personas "comparten la complicidad" con Ortega y su vicepresidenta, Rosario Murillo, para "socavar la democracia a través de su participación en los enjuiciamientos y condenas de líderes de la oposición, defensores de los derechos humanos, líderes del sector privado y defensores de los estudiantes".
Por su parte, los miembros de la Asamblea Nacional y los empleados del Ministerio del Interior permitieron al presidente "reforzar su control autoritario" sobre la población y las instituciones a través del "uso de leyes represivas", mediante las cuales se han ilegalizado ya más de 400 ONG y una docena de universidades.
Finalmente, Estados Unidos ha denunciado que "el régimen tiene a más de 180 presos políticos", muchos de ellos en condiciones inadecuadas. Además, ha alertado de que incluso los presos en arresto domiciliario "sufren abusos y no pueden elegir sus propios proveedores de atención médica ni recibir visitas".
"Estados Unidos reitera su llamado a la liberación inmediata e incondicional de los injustamente detenidos y al restablecimiento de la democracia y el estado de derecho en Nicaragua", ha zanjado el Departamento de Estado.
La Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, ha sancionado en varias ocasiones a funcionarios nicaragüenses como respuesta a las condiciones democráticas del país. Por estos mismos motivos, la nación centroamericana ha quedado excluida de la Cumbre de las Américas, organizada por Estados Unidos.