Durante dos horas, el cantautor domínico-boricua hizo un recorrido por las canciones que el público ha hecho sus favoritas en sus décadas en la música.
El cantautor Danny Rivera tiene una calidad vocal e interpretativa contundente, admirable. Así lo demostró en el concierto sinfónico que protagonizó este sábado 18 de junio en el Teatro Nacional.
Con el aforo lleno a capacidad, a las 8:42 de la noche, inició este concierto que el artista boricua, nacionalizado dominicano definió como un viaje por el recuerdo que generan las canciones que el público ha hecho sus favoritas durante su trayectoria.
Junto a su primer saludo “Buenas noches, bienvenidos, el amor está aquí definitivamente, ¡Qué bueno que llegaron! Interpretó la canción que dio inicio a este recital “No existen palabras que digan cuando cantarles”, y que como dicen sus estrofas, la emoción es como el primer día.
En compañía del maestro Amaury Sánchez, quien dirigió la Orquesta Filarmónica de Santo Domingo, Danny Rivera interpretó las canciones que el público le pedía a coro, entre ellas “Como he de vivir sin tu cariño”, “Qué daría yo”, “Con las alas rotas”, “Mi hijo”.
- Recordó que cuando empezó a caminar con su música por Latinoamérica se enamoró del trabajo de Roberto Carlo y en su honor interpretó una de las canciones más esperadas “Amada amante”.
Con impecable voz de tenor, Danny Rivera siguió conquistando aplausos al cantar los temas “Ódiame”. También, con el popurrí “Qué será de ti”, “Dos amantes”.
Duetos y elogios
El cantautor que ha hecho suya nuestra patria, dijo que agradece su amistad con su colega Cheo Zorrilla porque “cada canción suya es un suspiro para mí”. Él, le ha compuesto canciones tan importantes como “Con las alas rotas”, “No quiero nada sin ti”, que la interpretaron a dúo; también la canción “Para que vuelvas”, la cual afirmó, que compuso para una novia que tuvo de nombre Angelita.
También, resaltó que este es tiempo de la mujer, “por eso, le están demostrando al mundo todo de lo que son capaces”, y destacó que hay una nueva generación de voces hermosas. Fue entonces, cuando presentó a la novel artista Diana Ramos, con quien cantó “Para decir adiós vida mía”. El maestro la despidió con un beso y exclamando que ella es una estrella.
Otro momento que puso más romántico esta cita fue cuando en compañía del percusionista dominicano Guarionex Aquino (hijo), interpretó el bolero “Mujer abre tu ventana”, “Amor robado”, “Bajo un palmar”, “Madrigal”.
Muy agradecido
Danny Rivera, quien con este concierto celebró sus seis décadas en el arte, en todo momento se mostró agradecido con los músicos de la Orquesta Filarmónica de Santo Domingo dirigida por Amaury Sánchez e integrada por célebres músicos, “porque hacen sueños realidades, porque son ángeles que cayeron del cielo”.
Agradeció al pueblo dominicano, a sus hermanos puertorriqueños que se hicieron presentes, a Pavel Núñez, Héctor Martínez Cabreja, a Julio Viviani y a su esposa que no se perdieron este memorable concierto.
También, recordó a su padre, que dijo, fue el primero que descubrió que le gustaba cantar y que pronosticó su futuro artístico.
En su honor interpretó la canción “Es muy buen tipo mi viejo”, dejando en el público el mensaje de la importancia de ser buen ser humano, de respetar y amar a nuestros progenitores.
Mensajes para reflexionar
Como sabemos, Danny Rivera es un artista y activista que siempre ha luchado por la igualdad, por la democracia, por el respeto a los demás. Así, en su concierto incluyó canciones que mueven a una profunda reflexión. Son estas “Mi árbol y yo”, dedicada a Javier, el hijo del baterista que se la pidió, y en memoria a su intérprete Alberto Cortez.
La otra canción con un mensaje poderoso es “Apocalipsis”, que expresó simboliza un nuevo presente, un futuro con amor. Ésta fue interpretada a coro por el público.
El concierto siguió en emanando mensajes positivo con las letras de la canción “Libre”, original del artista español Nino Bravo.
También, mostró su sentido del humor cuando le dijo al maestro Amaury Sánchez que los duendes de la música también hacen sus travesuras.
El concierto terminó a las 10:51 de la noche. Para ese inolvidable cierre, Danny Rivera eligió la canción “Yo quiero un pueblo”, que evoca un mensaje de optimismo, porque él quiere un mundo que ría y que cante, que baile de alegría en las calles. Finalmente, expresó “Gracias República Dominicana por entregarme su corazón”.