Lamento no tener espacio suficiente para hacer un resumen detallado del arduo trabajo que hace el gobierno a través del Ministerio de Agricultura.
Tanto Leonel Fernández como su antiguo mejor amigo Danilo Medina coinciden en muchas cosas, sobre todo en llevarle la contraria al gobierno del presidente Luís Abinader en todo cuando hace o dice. No puede ser de otro modo tomando en cuenta que se encuentran fuera del poder donde coincidían en todo, incluso en aplaudir la corrupción y lanzar sobre ella un manto de impunidad que lamentablemente persiste hasta hoy, pues ninguno de los dos está donde deberían estar…
Tanto Leonel como Danilo aseguran que el campo está abandonado, que los productores agrícolas han sido ignorados, que están atravesando por una situación de calamidad, que la carestía de los artículos de consumo diario está generando situaciones calamitosas en la población, que “esto no hay quien lo aguante”, que la hambruna nos espera a la vuelta de la esquina, como consecuencia de la incapacidad del gobierno en aplicar políticas que vayan en auxilio de los campesinos para evitar que la población muera de hambre.
Nada más falso. Como suele decir el ministro de Agricultura, Limber Cruz, “el país está sembrado”, no hay desabastecimiento, por el contrario, en algunos artículos, como el arroz, hay un superávit superior al millón de quintales, lo cual es resultado de la inversión millonaria realizada por el gobierno en el sector. Subsidios millonarios a los productores de arroz, de cerdos, los fertilizantes, etc., sin incluir alrededor de diez mil millones de pesos a tasa cero y preferencial de hasta un 6% a través del Banco Agrícola.
Si alguien no tiene calidad para hablar sobre el tema es precisamente Danilo Medina que a través de las “visitas sorpresas” malgastó todo el dinero del mundo, más un peso. Danilo usó el campo para promover su imagen de cara al proyecto reeleccionista que por fortuna no pudo concretar. Realizó alrededor de 290 “visitas sorpresas” donde hizo dos mil 466 promesas -todas falsas- gastando frenéticamente unos 65 mil millones de pesos que se perdieron en el barril sin fondo de la corrupción. A esa suma astronómica habría que sumar lo que gastaban en la parafernalia de los viajes, incluyendo los pagos a determinados periodistas y medios de comunicación para garantizar la primera plana todos los lunes. Equipos del Instituto Agrario por valor de unos 500 millones de pesos fueron obsequiados o robados impunemente durante ese periodo.
Las estadísticas del Ministerio de Agricultura, disponibles para todos los interesados en su portal, desmienten categóricamente tanto a Leonel Fernández como a su antiguo socio Danilo Medina. La asistencia técnica, la preparación de la tierra, la planificación y desarrollo de planes específicos por área de producción, están ahí. Todo está transparentemente en el portal de Agricultura. Pero el que tiene ganas de joder, jode, contando con la ignorancia o el desconocimiento de la gente. Tanto Leonel como Danilo están en campaña. No le reconocerán nada al presidente Abinader. Su mezquindad no tiene limistes.
El Banco Agrícola ha sido un gran soporte para los productores medianos y pequeños con más de 8 mil préstamos a tasa cero.
El FEDA, (Fondo especial para el desarrollo agropecuario) ha trabajado con instituciones públicas y privadas asesorando, entrenando profesionales y financiando proyectos concretos en todo el territorio nacional.
Lamento no tener espacio suficiente para hacer un resumen detallado del arduo trabajo que hace el gobierno a través del Ministerio de Agricultura, del Instituto Agrario, del Banco Agrícola, del Instituto de Estabilización de Precios, del Consejo Estatal del Azúcar, de la dirección General de Ganadería, del Consejo Nacional para la reglamentación y fomentación de la industria lechera, del Instituto dominicano del café, etc., etc., etc.
Hay mucho arroz, frijoles, plátanos, yuca, cebolla, ajo, legumbres, carne de cerdo, res, pollos, etc. El país está sembrado. No hay desabastecimiento. Como ha dicho el ministro Limber Cruz, lo malo es que usted vaya al mercado, el colmado o al super mercado buscando alimentos con dinero en los bolsillos y no encontrar lo que busca. Afortunadamente hay arroz, frijoles, víveres, huevos, pollo, condimento. Las mafias de los gobiernos pasados en el sector agropecuario terminaron. (¿Quién dijo Ajo…?)
La inflación, principal enemigo del presidente Luís Abinader está siendo combatida con acierto aplicando políticas públicas correctas, con austeridad, mejorando el gasto, invirtiendo bien, porque el dinero, como ha dicho el presidente, “cuando no se lo roban alcanza”, que es lo que ha estado sucediendo bajo esta administración. En el sector agrícola no se puede mirar hacia atrás, porque el pasado fue tenebroso para los productores. Los gobiernos de Leonel y Danilo privilegiaron las importaciones, no la producción nacional, a través de “permisos” otorgados graciosamente para favorecer a determinados grupos económicos y políticos.
Lo que no dicen Leonel ni Danilo es que el país ha enfrentado con éxito la pandemia del Covid-19, en medio de una crisis económica y de una guerra casi mundial que ha encarecido las materias primas, los fletes, los combustibles, etc. No dicen esos políticos de pacotilla que se han recuperado los empleos, el turismo, las zonas francas, que han aumentado las exportaciones, que la inversión extranjera es cada vez mayor por la confianza que genera el gobierno, que la economía creció y seguirá creciendo, y, que gracias a todos esos logros la comunidad internacional ha reconocido al presidente Luís Abinader como un gran estadista. Eso, les duele. Pero, ¿saben qué? ¡Que se jodan!