La Conferencia Católica del estado de NY, ha argumentado en contra del proceso como irrespetuoso e indigno.
Por Ramón Mercedes
NUEVA YORK.- Los cadáveres humanos se pueden convertir en abono de la tierra de manera exitosa, según experimentos llevados a cabo en Estados Unidos y que abre la vía a este tipo de funerales, que ya son legales en varios estados del territorio estadounidense.
La Legislatura de NY aprobó hace pocos días el proyecto de ley que legalizaría el “compostaje humano”, la alternativa a enterrar o incinerar restos humanos que permite que las instalaciones utilicen reducción orgánica natural para descomponer los cuerpos en un contenedor sobre el suelo y luego transformar los restos en tierra, es decir en abono.
NY podría convertirse en el quinto estado en los EUA en permitir la reducción orgánica natural como alternativa al entierro o incineración, que es un proceso natural en el que el cuerpo es devuelto a un nivel elemental en un corto periodo, que dura aproximadamente un mes y se generan entre 1,1 y 1,5 metros cúbicos de compost.
La Legislatura de NY aprobó hace pocos días el proyecto de ley que legalizaría el “compostaje humano”, la alternativa a enterrar o incinerar restos humanos
Según datos del Observatorio Mauna Loa, ubicado en Hawai, la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera alcanzó recientemente más de 415 partes por millón (ppm), mucho más que en cualquier otro momento de los últimos millones de años.
Los efectos devastadores del CO2 ya se están haciendo notar. La temperatura global del planeta ha subido ya un grado y sigue aumentando. Sin embargo, nadie parece pensar en las consecuencias que ese aumento del termómetro puede provocar a nivel global.
Un estudio del “World Resources Institute” establece de lo que nos puede pasar si la temperatura del planeta aumenta en dos grados centígrados: calor extremo, veranos sin hielo en los polos, aumento de casi medio metro del nivel del mar, desaparición del 8% de los vertebrados de la tierra y del 99% de los corales marinos.
Todo ello provocaría más ciclones, inundaciones, olas de calor severas y que un millón de especies desapareciera del planeta. Sería el principio del fin y, según los expertos, queda poco tiempo para poner freno a esta situación.
Si no se hace ahora ya no habrá marcha atrás en el futuro. Los expertos ruegan a los gobiernos de todo el mundo que tomen las decisiones correctas y que lo hagan ya, antes del 2030.
Cada año en USA se necesitan hasta 1,600 acres de tierra, equivalente a un poco más de 10 mil tareas, para enterrar a los seres queridos y esto puede provocar la contaminación del suelo y las aguas subterráneas debido al proceso de embalsamamiento, mientras las cremaciones contribuyen a generar 360 000 toneladas de CO2 anualmente.
La Conferencia Católica del estado de NY, ha argumentado en contra del proceso como irrespetuoso e indigno.