La cifra no incluye a "muchos civiles" muertos por falta de servicios médicos, comida o agua potable a causa del conflicto
MADRID, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -Alrededor de 307.000 civiles han muerto en los más de diez años de guerra en Siria, según un balance facilitado este martes por la oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas por los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, que ha resaltado que esta cifra incluye únicamente a los fallecidos como "resultado directo de las operaciones de guerra".
"Dejen que sea clara. Esto son personas muertas como resultado directo de operaciones de guerra. No incluye a los muchos, muchos civiles más que murieron por la falta de acceso a sanidad, comida, agua potable y otros Derechos Humanos esenciales, cifra que aún debe ser valorada", ha manifestado.
El informe publicado durante la jornada recoge que 306.887 civiles han muerto entre el 1 de marzo de 2011 y el 31 de marzo de 2021, incluidos 143.350 fallecidos documentados a través de varias fuentes, incluido su nombre, fecha y ubicación de su muerte. Además, 163.537 muertes han sido calculadas a través de estimaciones estadísticas en caso de que faltaran documentos.
"Las cifras de víctimas relacionadas con el conflicto en este informe no son sólo datos abstractos, sino que representan a seres humanos. El impacto de la muerte de cada uno de estos 306.887 civiles ha tenido un impacto profundo en la familia y la comunidad a la que pertenecían", ha explicado Bachelet.
Así, ha señalado que "el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil y la ONU a la hora de supervisar y documentar las muertes relacionadas con el conflicto es clave para ayudar a estas familias y comunidades a establecer la verdad, buscar rendición de cuentas y remedios efectivos". "Este análisis da además una imagen más clara de la gravedad y escala del conflicto", ha añadido.
El informe recoge que "la cifra de víctimas civiles durante los últimos diez años supone un impactante 1,5 por ciento del total de la población de Siria al inicio del conflicto, lo que genera graves preocupaciones en torno al fracaso de las partes en conflicto a la hora de respetar las normas del Derecho Humanitario sobre la protección de la población civil".
Las cifras de víctimas relacionadas con el conflicto en este informe no son sólo datos abstractos, sino que representan a seres humanos.
La oficina de Bachelet publicó entre 2013 y 2014 un total de tres análisis estadísticos sobre muertos en Siria, si bien estos esfuerzos suspendidos debido al empeoramiento de la situación en el país. En 2019, la oficina retomó sus operaciones de recopilación de información y análisis.
"Allí donde los actores de la sociedad civil llevan a cabo el recuento de víctimas, estos esfuerzos pueden ponerlos en riesgo. Además, hacen frente a múltiples desafíos en sus esfuerzos de documentación, incluido el colapso de sus redes habituales de información debido a que la gente está en movimiento, desplazada o en zonas donde hay un bloqueo informativo, así como un acceso limitado o inexistente a datos móviles, Internet y electricidad para recopilar y transmitir información, limitaciones a sus movimientos y vigilancia", ha resaltado el informe.
La oficina de Bachelet ha destacado que para redactar el informe se han utilizado ocho fuentes de información, entre ellas el Centro de Damasco para Estudios sobre Derechos Humanos, el Centro de Estadística e Investigación de Siria, la Red de Siria sobre Derechos Humanos, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, el Centro de Documentación de Violaciones, Syria Shuhada, documentos gubernamentales y documentos del propio organismo.
"El trabajo realizado por los que documentan víctimas a la hora de obtener verificable individual sobre cada víctima es clave. El proceso está centrado en las víctimas, poniendo a los individuos, sus familias y las comunidades en el centro, garantizando que los fallecidos no son olvidados y que la información está disponible para procesos de rendición de cuentas y acceso a un abanico de Derechos Humanos", destaca el documento.
Por último, el informe hace hincapié en que "a menos que el conflicto termine y hasta que esto pase, existe un continuado riesgo de muertes civiles". "Por ello, es crítico que todos los estados, Naciones Unidas y las organizaciones civiles usen todos los medios disponibles para poner fin al conflicto y apoyar una transición hacia la paz", ha remachado.