Sabe que el gobierno es débil política y judicialmente, sabe que las instituciones que su partido creo no tienen la fortaleza para enjuiciarlo.
El ex presidente Danilo Medina, envalentonado como está, desafiante como se muestra, ha dicho que no tiene miedo, que no les teme a sus enemigos por poderosos que sean. Razones tiene para no tenerle miedo ni al diablo, porque sabe, como lo sabe, que es intocable, que nadie lo tocará ni con el pétalo de una rosa porque está blindado de los pies a la cabeza con el traje de la impunidad que le cubre todo el cuerpo.
Sabe que el gobierno es débil política y judicialmente, sabe que las instituciones que su partido creo no tienen la fortaleza para enjuiciarlo, sabe que la estructura mafiosa que construyó junto a su coyuntural enemigo Leonel Fernández es demasiado poderosa, que tiene los recursos económicos para “tumbar” el gobierno, como han dicho algunos jureles en determinados círculos de poder.
El PLD produjo un entramado corrupto que abarcó todo el Estado. El PLD, como he dicho otras veces, se convirtió en una corporación empresarial unificada que se mantuvo en el poder durante 16 años consecutivos, pero la intención era mantenerse indefinidamente, como el PRI en México, poco más de 70 años.
Danilo no tiene ninguna razón para tener miedo con un sistema judicial creado para la impunidad. Fiscales y jueces en su mayoría les pertenecen. El Ministerio Público actual, pese al presidente Abinader y a la Procuradora Mirian Germán, no tiene nada de independiente. Por el contrario, sigue atado al PLD en casi todas las provincias del país, porque como lo han expresado públicamente, no están para “sentencias complacientes”, ni “para aplacar la furia de la opinión pública ni de sectores políticos”. Muchos menos para prestarle atención a los “gritos de la calle”, están para proteger a sus jefes políticos del PLD a los que les deben sus funciones.
Danilo sabe que es intocable. Peses a todos los indicios de corrupción por cientos de miles de millones de pesos, que involucran a sus parientes más cercanos, a sus jefes de seguridad, etc., ese Ministerio Público dizque independiente, no ha sido capaz de llamarlo cortésmente para “tomarse una tasita de café” y hablar sobre lo que ocurrió en su entorno y que lo relaciona directamente como ex jefe de Estado. En cualquier otro país ya lo hubieran procesado.
Las amenazas veladas y hasta públicas de organizar protestas violentas en todo el territorio nacional si “tocan a Danilo”, son muy conocidas. De hecho recientemente se hicieron algunos ensayos en Santiago y otros pueblos.
Los escándalos de corrupción denunciados los fiscales que han investigado el desfalco de los ocho años de Danilo, son realmente inverosímiles. Al parecer la corrupción no se detuvo en la puerta de ningún despacho importante. Por alguna razón, sin explicación, muchos ex ministros y ex directores generales de instituciones públicas no han sido citados a pesar de las pruebas acumuladas.
El PLD, amigos, sigue en el poder a pesar de haber perdido las elecciones y de haberlas ganado el PRM. Las oficinas públicas están llenas de dirigentes del PLD con el alegato de que son técnicos y profesionales capacitados que no pueden ser desvinculados. Y porque además habría que gastar una fortuna pagándoles sus prestaciones. Hasta las botellas reclaman su dinero cuando son ellas las que deben devolverle el dinero que cobraron sin trabajar.
Danilo y sus lacayos tienen el poder económico y político para crear una situación de inestabilidad que atente contra la paz pública, sobre todo en medio de una pandemia que aún no termina, de una crisis económica y una guerra de carácter global que lo encarece todo. La situación es compleja, lo admito. Danilo y Leonel lo saben. Ambos apuestan al fracaso del gobierno.
Entre los dos terminaran “juramentando” a 20 millones de personas, al ritmo que van. Los muertos saldrán de sus tumbas para juramentarse en el PLD o la Fuerza del Pueblo. No dudo que al finan de la jornada se unan para tratar de impedir que Luís Abinader se reelija.
Danilo desafía el sistema judicial porque sabe que no habrá justicia que lo enjuicie. Cuando alguien dijo que lo estaban investigando inmediatamente se desató un avispero que conmovió el país. Los medios de comunicación, que durante 16 años se beneficiaron grandemente de los gobiernos del PLD, salieron en su defensa.
Danilo es intocable. ¡Y lo sabe! Por eso dice no tener miedo. En verdad no tiene razones para temer. Está protegido. El que debe tener miedo soy yo por haber escrito este artículo. El que puede terminar en la cárcel soy yo, no él.