Ambientalistas locales e internacionales califican de antidemocrática y arbitraria, la decisión del ministro Jesús Vázquez Martínez.
Representantes de la Asamblea Ciudadana por la Justicia Climática de América Latina y el Caribe acusaron al Ministro de Interior y Policía, Jesús Vázquez Martínez de impedir la marcha de los pueblos por la justicia climática que partiría desde el Parque Colón, en la Zona Colonial, hasta el Parque Independencia.
Heriberta Fernández, del Centro Montalvo y Darío Solano, de la Red de Estudios y Empoderamiento Afrodescendiente (RedAfros) calificaron de antidemocrática y arbitraria la disposición de Interior y Policía de impedir la caminata pacífica por la defensa del medio ambiente.
Producto del impedimento de marchar, los representantes locales e internacionales Asamblea Ciudadana por la Justicia Climática de América Latina y el Caribe convirtieron la actividad en una parada pacífica, que incluyó consignas, la exhibición de pancartas y la presentación de los guloyas de San Pedro de Macorís.
Ambos expresaron que la marcha tenía el objetivo de reivindicar a los pueblos del mundo que luchan por la vida, y contra los gobiernos que desarrollan políticas de estado que no respetan el derecho al agua.
“Sin embargo, se hizo una comunicación al Ministerio de Interior y Policía, y en último momento condicionan la marcha, a una caminata por las aceras; y no de la calle el Conde, sino de la Arzobispo Nouel”, expresaron indignados los ambientalistas.
Afirman que ni los gobiernos, ni las empresas tienen respuestas a la crisis climática, por lo que es preciso que los ciudadanos reclamen en las calles la solución a ese problema.
“Si las cosas siguen como van, el pueblo no tendrá ni siquiera la posibilidad de acceder al agua, ya que la mayoría de las cuencas hidrográficas y el bosque se han perdido porque están concesionados a mineras transnacionales.
Desde el pasado lunes, y hasta este viernes 21 de julio, se desarrolla en República Dominicana, la Asamblea Ciudadana por la Justicia Climática de América Latina y el Caribe.
En el marco de ese cónclave se ha demandado el reconocimiento y resarcimiento de la deuda histórica, social y ecológica que tienen los países industrializados del Norte con los pueblos del Sur quienes no han sido responsables del cambio climático. Esta deuda se debe a la contaminación atmosférica y a la apropiación ilegítima de los ciclos de la Tierra.
Han afirmado que hoy los pueblos y los estados de la región, la más desigual del mundo, tenemos la gran oportunidad de trazar un camino distinto para el bienestar de nuestras sociedades, que efectivamente permitan enfrentar el cambio climático y construir democracias y economías basadas en la soberanía, la justicia, la sustentabilidad y la solidaridad entre las naciones.