La institución agradece apoyo dado por el BID-Lab para implementar las primeras experiencias de Gestión Integral de Residuos Sólidos
La economía circular del plástico es considerada la clave de una solución económica, social y ambiental en beneficio de las generaciones actuales y venideras.
Y el interés por esta versión de la economía no es ajena a la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) que asegura estar a la vanguardia en ese sector en República Dominicana.
La entidad presentó los resultados de su Programa de Economía Circular para los residuos de plásticos y construcción, el cual contó el aval financiero del Laboratorio de Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID-Lab).
Una nota en la que se reseña la actividad, la AIRD informa que la actividad se hizo la presentación de los logros alcanzados, así como un panel de expertos que analizó diversas facetas del mismo.
Explica que gracias a este programa se ha iniciado un cambio de conducta en las empresas dominicanas para reducir y aprovechar los residuos en una lógica de economía circular.
Además de un intenso proceso de comunicación, el programa impulsó diversos estudios que permitieron, en conjunto, la implementación de los primeros Sistemas Integrados de Gestión de Residuos en el área de plástico (botellitas PET) ya en marcha, y de residuos de la construcción y demolición el cual se encuentra en proceso de conformación.
Entre los estudios realizados se destacan: identificación de trabas a la implementación de la economía circular en sectores productivos del país; un estudio diagnóstico de las cadenas de envases y embalajes y de materiales de construcción para identificar oportunidades hacia la economía circular; definición de mapas de ruta (o planes estratégicos) en esos segmentos productivos, así como de modelos de negocio.
Se realizó un intenso apoyo a la elaboración de la Ley sobre Residuos Sólidos (Ley 225-20) en la que se logró establecer los conceptos fundamentales de responsabilidad compartida y de responsabilidad extendida del productor, importador y comercializador, un fideicomiso público-privado que fortalecerá la gestión integral de residuos sólidos.
Un resultado destacado es la creación de Nueva Vida para los Residuos (NUVI), institución que constituye la mayor alianza privada que crea una cultura de reducción, reciclaje y valorización de residuos, cuya misión es promover los principios de economía circular y crear sistemas integrados de gestión de residuos. Esta ONG es conformada actualmente por unas 20 empresas y cinco instituciones comprometidas con el tema.
Se trabajaron asesorías a 30 empresas del sector de plásticos para lograr que aprovecharan sus residuos post industriales y que incluyeran la posibilidad de incluir materia prima secundaria en sus procesos, bajo el modelo de economía circular. Igual proceso se ha seguido con 19 empresas del sector de la construcción.
Gracias al Programa, se implementó Nuvi Marketplace que es la primera plataforma empresarial de intercambio de residuos desarrollada en el país (estos residuos son aprovechables por otras empresas distintas de las que los generan).
Estos resultados fueron presentados por Circe Almánzar, Vicepresidente Ejecutiva de AIRD y Presidente de Nuvi, así como por Mariely Ponciano, coordinadora del Programa. También se realizó un panel con la participación de María Alicia Urbaneja, directora ejecutiva de ECORED, Julissa Báez, directora ejecutiva de ADOCEM y Juan Amell, presidente de ASIBENAS. Además, todos son miembros de la Junta Directiva de NUVI. El panel contó con la moderación de Circe Almánzar.
Al dar la bienvenida al evento, Celso Juan Marranzini, presidente de la AIRD, agradeció el apoyo del Laboratorio de Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID-Lab), así como a las numerosas empresas e instituciones participantes en el proceso, especialmente a aquellas que son parte de NUVI y que están comprometidas con los Sistemas Integrales de Gestión de Residuos.
República Dominicana cuenta con un camino abierto para el desarrollo de la economía circular en el cual los residuos dejan de ser un problema ambiental y ya no son considerados basura sino posibilidad de riqueza, de cuidado del ambiente, de generación de empleos”, expresó Marranzini.