El temor es que este nuevo encontronazo entre Beijing y Washington deteriore aún más sus controvertidas relaciones bilaterales.
Por ahora no se vislumbra una confrontación bélica directa entre Estados Unidos y China, las dos principales potencias mundiales, pero es evidente que sus relaciones pasan por el peor momento.
La reacción ante la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU., Nancy Pelosi, a Taiwán abrió la compuerta al mayor despliegue militar de China en el estrecho asiático y el anuncio de sanciones contra Washington.
El gobierno del líder chino Xi Jinping dispuso la congelación de la cooperación con Estados Unidos en asuntos de medio ambiente y suspendió las reuniones militares de alto nivel que sostenía con la principal potencia del mundo.
Simultáneamente ha habido un fuerte despliegue y movilidad de efectivos militares, equipos de guerra, entre ellos, aviones, helicópteros, barcos que tienen rodeados a Taiwán.
Círculos políticos y militares estadounidenses no esconden su reacción de sorpresa ante la respuesta de la República Popular de China, que luce firmemente decidida a reconquistar el territorio de la Isla de Taiwán.
En principio las autoridades chinas anunciaron que se trata de un operativo militar cuyo mensaje final es demostrarle a la comunidad internacional, su firme determinación de alcanzar el control de la zona de Formosa.
“A pesar de las serias preocupaciones y la firme oposición de China, Pelosi insistió en visitar Taiwán, interfiriendo gravemente en los asuntos internos de China, socavando la soberanía y la integridad territorial de China, pisoteando la política de Una sola China y amenazando la paz y la estabilidad del estrecho de Taiwán”, expresa el comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores.
El temor es que este nuevo encontronazo entre Beijing y Washington deteriore aún más sus controvertidas relaciones bilaterales.
Quizás por eso y previendo una agudización de los vínculos con el gigante asiático, la administración del presidente Joe Biden no veía con simpatía la visita de Pelosi a Taiwán.
Otro Conflicto
Lo que menos desearía el mundo es que surja un nuevo conflicto que agudice la compleja y difícil relación de las potencias mundiales. Ya se ha padecido con rudeza la guerra entre Rusia-Ucrania, provocando aumentos en los precios internacionales del petróleo y hambruna por los bloqueos en la cadena de suministro de trigo y cereales.
Los países del G-7 y la Unión Europea han condenado en comunicado conjunto las maniobras militares chinas. “No hay justificación en usar una visita como pretexto para una actividad militar agresiva”, asegura el texto.
En cambio, el portavoz de la misión china ante la Unión Europea, Zhang Ming, ha instado a Estados Unidos a ser responsable de sus actos. “Taiwán forma parte del territorio chino y entrometerse en sus asuntos es una violación de su soberanía”, advirtió.
Las relaciones diplomáticas de China con el resto del mundo se basan en el principio de una sola China.
Epicentro Comercial
Taiwán con apenas 36 mil Kms2 tiene una economía robusta, y es el principal proveedor de componentes esenciales para la informática en el mundo.
Por su estrecho marítimo se movilizaron entre enero-julio del presente año, el 48% de los portacontenedores mundiales, según datos recopilados por Bloomberg.
Actualmente, representa la principal ruta de movilidad de buques comerciales que navegan entre China, Japón, Corea del Sur y Taiwán en conexiones con las economías de Estados Unidos, Francia, Alemania y otras naciones occidentales.
Consciente de lo que representa esa zona para el comercio mundial, China continúa impulsando su ambicioso mega complejo de la Ruta de la Seda que abrirá conexiones marítimas a las principales y más grandes embarcaciones del mundo hacia los Continentes de Asia, África, Europa y América.
Guerra de los Chips
Una agudización de las diferencias de Estados Unidos y China por Taiwán podría crear un escenario de crisis alrededor del mundo tecnológico, cuyas consecuencias serían devastadoras para la industria moderna.
La razón: Taiwán es uno de los principales fabricantes de chip o microchip en el mundo tecnológico informatizado de hoy.
Desde hace varios meses, el mundo sufre una crisis de suministro y distribución de materias primas esenciales para la producción de alimentos por causa de la guerra Rusia-Ucrania, imaginémonos las consecuencias para la industria tecnológica de una guerra entre China-Taiwán.
Artículo de Manuel Díaz Aponte