Las dificultades económicas podrían conducir a un aumento de la informalidad, según el análisis de la OIT.
(OIT Noticias) – América Latina y el Caribe ha visto una recuperación significativa del empleo luego de la pandemia de COVID-19, pero los mercados laborales de la región enfrentan un futuro complejo e incierto que podría estar marcado en 2022 por el aumento del desempleo, la informalidad y un número creciente de los trabajadores pobres, dijo hoy la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El bajo crecimiento económico, la alta inflación y una crisis global agravada por la agresión de Rusia contra Ucrania, han afectado tanto la cantidad como la calidad de los empleos generados en la región y podrían prolongar el impacto de la crisis de la pandemia en los mercados laborales.
- “La creación de empleo formal es clave para enfrentar un escenario de menor dinamismo económico y pérdida de poder adquisitivo”, dijo Claudia Coenjaerts, directora regional interina de la OIT para América Latina y el Caribe. Estuvo presentando el último informe de la OIT de la serie Panorama Laboral, El débil crecimiento y la crisis global están frenando la recuperación del empleo en América Latina y el Caribe.
Los datos del primer trimestre de 2022 muestran una tasa de desempleo promedio en la región del 7,9 por ciento, una tasa de empleo del 57,2 por ciento y una tasa de participación en la fuerza laboral del 62,1 por ciento. Estos son casi los mismos niveles que en el primer trimestre de 2019.
“La recuperación de las tasas regionales es una noticia positiva después del devastador impacto del COVID-19”, dijo Coenjaerts. Sin embargo, advirtió que “una mayor informalidad y un aumento en el número de trabajadores pobres se perfilan como grandes desafíos para los mercados laborales de América Latina y el Caribe en 2022”.
“La creación de empleo formal es clave para enfrentar un escenario de menor dinamismo económico y pérdida de poder adquisitivo”.
Claudia Coenjaerts, directora regional interina de la OIT para América Latina y el Caribe
En 10 de 14 países donde se dispone de datos, la tasa de empleo en el primer trimestre de 2022 aún no había recuperado los valores registrados en el mismo período de 2019. La tasa de participación laboral en solo tres países recuperó los niveles del primer trimestre de 2019.
“Uno de cada dos ocupados permanece en condiciones informales en la región. Son trabajos precarios, generalmente de bajos ingresos, sin protección ni derechos laborales”, explicó la economista laboral de la Oficina Regional de la OIT y autora del informe, Roxana Maurizio.
Las dificultades económicas podrían conducir a un aumento de la informalidad, según el análisis de la OIT.
Otro factor de preocupación es la alta inflación, que tiene un impacto significativo en los mercados laborales. Los precios comenzaron a aumentar en 2021. La guerra en Ucrania ha afectado la disponibilidad de alimentos y energía, entre otros factores, y esto afecta directamente el nivel de ingresos laborales reales, advierte la OIT.
Ante este escenario, los países de la región deben enfocarse en promover la creación de más empleos formales, en articulación con políticas activas, de formación profesional y políticas sectoriales, señala el informe. También es esencial abogar por el salario mínimo y la negociación colectiva, en un marco de diálogo social.
“En escenarios de crisis, el diálogo social entre gobiernos, empleadores y trabajadores permite adoptar e implementar políticas que respondan a los desafíos de la economía real con mayores posibilidades de éxito”, dijo Claudia Coenjaerts.