Con su ejemplar trayectoria deportiva, Pujols, de 42 años, ya se ha ganado un puesto en el Salón de la Fama de Cooperstown, un lugar privilegiado.
Sin ser cronista deportivo, ni experto en temas béisbol, aprovecho este espacio para unirme al regocijo colectivo de todos los dominicanos dentro y fuera del país por la gran hazaña de Albert Pujols, de lograr ingresar al súper exclusivo club de los 700 cuadrangulares de por vida en las Grandes Ligas, al que hasta este sábado solo pertenecían figuras que fueron super estelares en esa disciplina, como Baby Ruth (714), Hank Aaron (755) y Barry Bonds (762).
Pujols, completando este otoño su último año como pelotero profesional, se retirará con grandes honores, escribiendo con letras de oro su actuación en la historia de las ligas mayores.
Sin lugar a duda que, por su limpia trayectoria a través de su carrera deportiva y el fabuloso cierre de campaña que ha tenido, deberá ser considerado una marca país en su natal Republica Dominicana, para orgullo de todos sus conciudadanos.
Con sus dos cuadrangulares la noche del viernes23 en el Dodger Stadium de Los Ángeles, desapareció el maleficio de más de 20 turnos seguidos sin lograr sacar la pelota del parque.
En las redes sociales, así como en algunos centros deportivos y restaurantes dominicanos de la ciudad de Nueva York, la cual registra la mayor población de la diáspora de RD, era punto de discusión la versión de que la baja producción de jonrones de Pujols fue causada por haber ligado la pelota con la política, al invitar al expresidente Leonel Fernández a lanzar la primera bola en el juego entre los Rojos de Cincinnati y los Cardenales de San Luis, el pasado viernes 16 deseptiembre.
Por cada turno al bate fallido, sin importar que fuera un hit, una base por bola o ponche, la fanaticada que con entusiasmo observaba el juego en pantalla gigante, unos más que otros vociferaban que el toletero dominicano no jonroneaba por el “fucú” que le había dejado Leonel luego de subir al montículo y Pujols recibir el lanzamiento de honor.
Pero la verdadera trama del expresidente dominicano de participar en este evento deportivo como “invitado especial” es que, de acuerdo conlo publicado por el periódico dominicano Diario Libre, Pujols mantiene una supuesta relación sentimental con Nicole Fernández, de 35 años, hija del exmandatario.
Como político en campaña con miras a las elecciones presidenciales del 2024,aprovechando el estrecho vínculo de su hija con Pujols como se ha divulgado, logró que el veterano jugador de los Cardenales de San Luislo invitara a lanzar la primera bola buscando con ello ganarse la popularidad y simpatía de los miles de seguidores del veterano pelotero de Grandes Ligas.
- Hay que recordar que el pasado mes de abril, Pujols sorprendió a la sociedad dominicana con la noticia de que estaba en proceso de divorcio con la madre de sus tres hijos luego de una unión matrimonial de 22 años.
Echando a un lado todo este rollo de conjeturas y asuntos personales que rodean al meritorio jugador dominicano, es bueno destacar unmensaje publicado bajo su firma en las redessociales luego de conectar su cuadrangular número 700 el pasado viernes 23, en la que agradece a Dios sus éxitos profesionales al afirmar que “si no fuera por Jesús, no estaría donde estoy hoy, y mi vida estaría sin propósito. He escuchado niños decir que quieren ser como yo cuando crezcan. Ellos deben saber que yo quiero ser como Jesús”.
De acuerdo con el calendario, la serie regular de la Liga Nacional y Americana termina el 5 de octubre, por lo que a Albert Pujols aún tiene chance para aumentar su producción jonronera, si es que el mánager del equipo, el también dominicano Oliver Mármol, lo mantiene en el roster como jugador regular hasta el final de la temporada.
Con su ejemplar trayectoria deportiva, Pujols, de 42 años, ya se ha ganado un puesto en el Salón de la Fama de Cooperstown, un lugar privilegiado, exclusivo para los que han llegado a la cima del éxito beisbolero con honestidad, humildad, dedicación y sacrificio deportivo.
Para ser elegible al Salón de la Fama de Cooperstown, de acuerdo con las reglamentaciones, se necesita haber jugado durante 10 temporadas en la MLB, y luego esperar cinco años desde la última vez que estuvo en el roster de un equipo.
Entre los inmortales dominicanos que gozan del privilegio de poseer un honroso espacio en este respetable lugar están los ex lanzadores Juan Marichal, (el primero en llegar) y Pedro Martínez. En ese mismo orden, Vladimir Guerrero, y más recientemente a David Ortiz (el “Big Papi”).
Hay que celebrar con Pujols esta hazaña dentro y fuera del país, mientras llegan los preparativos y festejos para su ingreso al gran salón de Cooperstown, y que por su nuevo logroalcanzado sea declarado ya, una Marca País.