Desde el 3 de agosto de 1492, cuando Colón y sus tres carabelas zarparon de un rústico puerto con destino a lo desconocido.
Después de 530 años, son muchos los acontecimientos y avances que ha experimentado el mundo. Este 12 de octubre se cumplen cinco siglos más 30 años de aquel paso trascendental, considerado a través de los siglos transcurridos como entre los más importantes que hasta entonces había conocido la humanidad.
Esto es así, muy a pesar de los tantos errores cometidos por los conquistadores y aventureros que llegaron a los nuevos territorios, con sed y hambre de despojo, en la mayor de las consideraciones, de las por entonces infinitas riquezas que atesoraban estos lugares del luego llamado continente americano.
En estos tiempos modernos, una persona puede ver información digital en tiempo real sobre lo que está sucediendo en el mismo momento en cualquier lugar del planeta. Pero en aquellos tiempos remotos, hacer llegar un mensaje costaba meses o años de esfuerzos.
Tardarían alrededor de siete meses, ¡¡más de medio año!!, para que España, y por consiguiente toda Europa, se dieran por enterado de que ya el mundo no era lo mismo, que el 12 de octubre de 1492 marcaba el inicio de un acontecimiento grandilocuente para la historia universal: el descubrimiento de un Nuevo Mundo.
Con el arribo a una diminuta isla, Guanahaní, que Colón bautizó como San Salvador, -ahora tiene el nombre de Watling, con longitud de 163 kms2- aún se ignoraba lo que ello significaba para España y el mundo.
Precisamente iniciando el año 1492, el 2 de enero, concluía la denominada reconquista de España con la toma de Granada, ciudad que aún estaba en poder de los musulmanes, que ocuparon la península por espacio de casi ocho siglos (781 años, para ser exacto), desde el año 711 de la era cristiana.
Será en marzo de 1493 cuando Colón lleva las buenas nuevas a España, al informar a los monarcas de turno, Fernando e Isabel la Católica, de que su aventura había tenido éxito, aunque hasta ese momento era algo muy relativo.
Desde el 3 de agosto de 1492, cuando Colón y sus tres carabelas zarparon de un rústico puerto con destino a lo desconocido, hasta marzo del año siguiente no se tuvo en España ninguna noticia de esa riesgosa aventura. Habían transcurrido siete largos meses. El tiempo en la mar fue de dos meses y 10 días.
España estaba muy lejos aún de conocer qué le deparaba el destino. De ser un territorio con predominio de lo rural, ya este reinado se perfilaba como una economía en ascenso.
En los territorios ocupados, se cargó a la metrópoli una fabulosa cantidad de oro y plata, que sustentó la hegemonía de la dinastía Habsburgo, una de las más influyentes y poderosas casas reales de Europa, que de forma continua desde 1438 hasta 1740 ocupó en distintos momentos los tronos de España, Portugal, Inglaterra, entre otros.
Contrario a los tiempos iniciales del proyecto de Colón, la posterior conquista de tierras continentales en América daban lugar a la ebullición de un alto número de expedicionarios, entre quienes se aventuraban a emprender viaje hacia los nuevos territorios.
Pero la grandeza que pudo sustentar España se vio reducida con el paso del tiempo. Será tema de otra entrega.