Me daría mucha ira e inmensa pena que mañana lincharan uno que otro dominicano inocente en el Alto Manhattan porque algún delincuente criollo mató a un ciudadano norteamericano, cualquiera que haya sido el motivo, o que les quemaran sus casas en San Juan de Puerto Rico a cinco o seis familias de dominicanos simplemente por ser ilegales. Pero, si eso ocurriera, quizás quienes impulsan semejantes hechos de barbarie en nuestro pueblo sientan lo que humanamente sienten los haitianos cada vez que ocurre eso aquí. (Bueno, si es que aquellos malditos son humanos y tienen sentimientos).