El PLD escogió al candidato que dispuso de más recursos, no al más inteligente y mejor dotado de recursos éticos y morales.
La convención disfrazada de “consulta” que utilizó el Partido de la Liberación Dominicana para elegir a su candidato presidencial antes de lo que establece la ley, demuestra la fragilidad de la misma y de la Junta Central Electoral, como órgano rector, para impedirla.
La “consulta” también sirvió para demostrar el nivel de degradación del PLD al escoger a una figura opaca, sin luces, sin ideología ni formación cultural y sin carisma, con una fortuna altamente cuestionada por desconocerse su origen.
Aunque -debo decir- no había mucho de donde escoger, pues la señora Margarita Cedeño, por haber sido primera daña y vicepresidenta de la República, tras la ausencia de Leonel Fernández y de Danilo Medina, creyera ser la sustituta natural, apenas logró un pírrico y lejano tercer lugar, por debajo de Francisco Domínguez Brito.
El PLD escogió al candidato que dispuso de más recursos, no al más inteligente y mejor dotado de recursos éticos y morales. Por lo tanto será el candidato más vulnerable en una contienda electoral, donde salen a flote todos los trapos sucios de los aspirantes. Abel Martínez es otro “blof” de la política, de los que tantos abundan en el país, porque todos los que aparecen en las portadas de los diarios y acumulan dinero, no importa cómo, quieren ser presidentes de la república.
El que no está contento, sin duda, es Leonel Fernández, que tenía una ambulancia en la Casa Nacional del PLD para recoger a los heridos, principalmente a su amigo Abel Martínez a quien quería en su Fuerza del Pueblo para continuar desangrando al PLD hasta quedar sin aliento. Sin embargo, la hemorragia parece haber terminado. Abel Martínez es el torniquete que hacía falta. (Leonel no cederá su candidatura. Martínez tampoco. Fernández tiene un partido pequeño; Martínez u no grande)
En un análisis hecho en la Z-101 la licenciada Raíza Lara dijo que la situación tanto de Leonel como de los senadores y diputados de la Fuerza del Pueblo será muy difícil en las próximas elecciones, pues ninguna repetirá si van en la boleta del partido del ex presidente Fernández. ¡Y es cierto! (Félix Bautista, al igual que otros de los legisladores que hoy tiene la FUPU, fueron electos en la boleta del PLD, no en la del FUPU)
Aunque falta mucho por ver, tanto en el PLD como en la Fuerza del Pueblo, en el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y en el gobierno del presidente Luís Abinader, el panorama electoral está más o menos definido a poco menos de dos años de las elecciones. La ventaja -por mucho- es clara para Luís Abinader que sin duda intentará repostularse como se lo permite la Constitución de la República.
Solo una crisis de grandes proporciones puede impedir un nuevo mandato del presidente Abinader, que es a lo que apuesta la oposición, principalmente el ex presidente Fernández para poder pescar en río revuelto. Pero no le será tan fácil. Si algo ha demostrado el presidente Abinader es su capacidad para gerenciar crisis. Salió airoso de la pandemia del coronavirus recuperando el turismo, las zonas francas, los empleos, la economía, etc. No bien sale cuando llega la guerra de Rusia con la OTAN que lo encarece todo, incluyendo los carburantes que el gobierno ha tenido que subsidiar, al igual que el sector agropecuario para mantener la inflación controlada. No termina la guerra y llega el huracán Fiona y arrasa con buena parte del territorio nacional dejando perdidas cuantiosas. En tiempo récor el gobierno, con el presidente Abinader a la cabeza, se metió de lleno a solucionar los problemas ocasionados por la tormenta. Abinader ha demostrado ser un gran estadista, reconocido incluso internacionalmente.
En una lucha electoral entre Abel Martínez, por el PLD -si es que llega hasta el final-, Leonel Fernández -si es que insiste en buscar la presidencia-, y Luís Abinader -que nadie podrá detenerlo- la balanza se inclina innegable y favorablemente, hacia el presidente. Como diría el maestro Ramón Orlando: “No hay nadie más pa sustituirlo”. Por lo menos durante los próximos seis años.