Este texto pretende dejar establecida una clara relación entre los olores humanos, la raza y su nacionalidad.
Por HUMBERTO CONTRERAS VIDAL.
¿Podríamos identificar la raza humana atendiendo a su composición química? La respuesta es sí. Sencillamente, el ADN es una macromolécula (molécula muy grande) que permite la identidad de las especies, incluyendo a los seres humanos.
La nacionalidad es un concepto propio de las ciencias sociales. Sin embargo, de alguna manera este concepto está asociado a la raza. Por tanto, relacionar una raza con una nacionalidad o grupo de nacionalidades es una idea que pudiera resultar acertada.
Entre las características físicas de las sustancias está el olor. Y entre las características químicas está el cambio de este mismo olor cuando esas sustancias reaccionan con otras. En ocasiones una sustancia es inodora (no huele). Sin embargo, al reaccionar con otras podría aparecer un nuevo olor. La aparición de nuevos olores, colores y sabores son claras evidencias de que ha ocurrido un cambio químico.
En consecuencia los olores propios de los seres humanos que pueden ser olfateados por los mismos, son característicos de una raza, nacionalidad o grupo de nacionalidades.
“El olfato es el sentido más desarrollado al nacer, por lo que somos capaces de distinguir el aroma de nuestra madre de entre un grupo de personas dentro de una habitación. Un adulto puede distinguir entre 4000 y 10000 aromas diferentes.”
Así que, la idea de poder afirmar que una persona pertenece a una nacionalidad determinada, atendiendo al olor de su piel es una realidad que todos los que han convivido con extranjeros han podido experimentar. Por cuya razón, quien suscribe como dominicano siempre se ha preguntado acerca del olor característico del dominicano.
No obstante, como es natural, los dominicanos tenemos nuestros olfatos tan acostumbrados a nosotros mismos que no podemos diferenciar nuestros propios olores de los olores de los extranjeros. De seguro que cualquier otro extranjero sí podrá identificarnos a nosotros.
No obstante, como es natural, los dominicanos tenemos nuestros olfatos tan acostumbrados a nosotros mismos que no podemos diferenciar nuestros propios olores de los olores de los extranjeros.
Este texto pretende dejar establecida una clara relación entre los olores humanos, la raza y su nacionalidad. De ninguna manera se quiere dañar a nada ni a nadie. Sólo que quede claro que cada especie animal o vegetal puede ser identificada por su olor; y la especie humana no escapa a esta realidad.
Los ácidos nucleicos ADN y ARN nos dan especificidad a nivel celular. Esto significa que estos ácidos nos confieren identidad biológica y química por ser específicos. Los mismos están presentes en la práctica totalidad de los fluidos corporales. Lo cual sugiere que deben estar asociados a los diferentes olores que pueden ser percibidos en la piel de las personas.
Finalmente se debe agregar que la acción de las bacterias contribuye con la descomposición de los fluidos corporales, y esto incrementa la intensidad de los olores en la piel. Esta acción está influenciada por el ADN y ARN para que los olores que resulten sean característicos de cada especie humana, de cada raza, de cada nacionalidad.
¡Qué emocionante es vivir con la conciencia que te dan los conocimientos básicos de la Química!
El autor es doctor en ciencias químicas, residente en Santiago de los Caballeros. [email protected]