Fue presentado por el Ballet Nacional Dominicano
La Sala Máximo Avilés Blonda del Palacio de Bellas Artes se vistió de gala con las tres emocionantes entregas de “Noche Verde”, un grito de esperanza y arte a favor del medioambiente que desveló el talento inigualable del Ballet Nacional Dominicano, que dirige Stephanie Bauger Saiz.
La Dirección General de Bellas Artes y el Patronato Dominicano por la Danza respaldaron esta gran producción que combinó a la perfección una puesta en escena encantadora y el desborde de talento que atrajo a un gran público el pasado fin de semana.
“La intensidad de los cambios extremos climáticos, sobre todo durante los últimos años, es una realidad cruda que enfrenta la humanidad y sólo los seres humanos, unidos en un solo sentir, son capaces de sanar el medio ambiente”, expresó Bauger.
El arte no escapa a esa responsabilidad, ya que logra revelar emociones, impulsar cuestionamientos y promover nuevas prácticas que sanan el planeta. Es por ello que el Ballet Nacional Dominicano, como institución de difusión artísticas de la Dirección General de Bellas Artes, mostró un mayor compromiso mediante una muestra responsable, consciente y sostenible, que contó con el apoyo de Arajet, Banco Popular Dominicano, Energas, C.T. Vega, CEPM, Centro Chaljub, Nelson Maita, AERODOM y Grupo Jaragua, entre otros
Para “Noche Verde”, la reconocida coreógrafa internacional de origen belga Annabelle Lopez Ochoa entregó dos exquisitas piezas “Agua Viva” y “Leaves of Hope”. La primera contó con la coreografía de su autora, donde se evidencia una fantástica sincronización de los cuerpos que producen olas y un ballet compacto y fuerte.
Se trató de un grupal muy poderoso, que el público disfrutó a plenitud, sobre todo cuando sintió esa sensación de estar en el mar con los sonidos de los cangrejos, y que de una forma abstracta muestra un poco los miedos de las profundidades y de las corrientes de todo lo que sucede en el mar.
Mientras que el diseño y realización de vestuario estuvo a cargo de Aviad Arik Herman, y la iluminación de Rubén Lara y Annabelle López Ochoa.
“Agua Viva”, creada para el Ballet Nacional Dominicano en octubre 2012, pone en alto nuestros orígenes tan estupendamente fundidos con diferentes matices y tonalidades con destacadas participaciones de Yuleidi Pérez Rojas, Olga Lisetty Campo, Demi Marie Issa, Eliosmayker Orozco, Alexander Duval y Maykel Acosta entre otros.
Annabelle Lopez Ochoa la ha convertido, no sólo en una pieza coreográfica trascendental, sino en una cadena de olas con aroma a nuestro mar.
Mientras que para “Leaves of Hope”, la coreografía de López Ochoa se abrazó al vestuario de la dominicana Renata Cruz y las luces de Rubén Lara para ofrecer a los asistentes una propuesta muy sublime, que combina a la perfección el estilo del ballet contemporáneo, con un nivel técnico preciso de la danza clásica.
Igual de seductores en el escenario fueron los bailarines Laura De Los Santos, Darel Pérez, Maykel Acosta Gabriela Rodríguez, Cora Collado, Demi Marie Issa, Jonathan Castillo, Alexander Duval y Eliosmayker Orozco, llevándose intensos aplausos del público en las tres noches.
La puesta en escena de “Cigua” no es menos espectacular. Se trata de una exquisita obra que contó con la coreografía de Stephanie Bauger, las inigualables actuaciones de Yuleidi Pérez Rojas, Olga Lisetty Campo, Raymundo Rodríguez, Joendy Genao, Jean Carlos Ramos y Alexander Duval.
Sin duda, cada obra destacó por la versatilidad de los bailarines, que se movieron con distintos lenguajes, notándose muchos talentos jóvenes con gran dominio técnico y un enorme potencial.