Una versión apócrifa del hecho dice que en aquel tiempo Belén vivía días difíciles, por el extraordinario aumento del costo de la vida que afectaba al mundo judío, a tal grado que había amenazas de movilizaciones populares contra el imperialismo romano. Además, a José no le iba bien en el negocio de fabricación de muebles, que recientemente había inventado para hacerle frente a la grave situación. De tal modo que el niño había nacido en medio de extremas precariedades, por lo que Maria lamentó que el padre subliminal del bebe no le enviará a los tres reyes aquellos con leche, biberones y pañales, en vez de oro, incienso y mirra.