Ya lo saben: vamos a cuidarnos de las comidas chatarras, comamos alimentos sanos.
Escribo el primer artículo de este año que inicia esperanzado en que muchas cosas cambien en el mundo, sobre todo las guerras, el comportamiento de miles de humanos que asediados por los altos niveles de violencia han despojado la vida a otros, acciones que han llevado luto y dolor a las familias de las víctimas, dejando a la orfandad a cientos de hijos.
Aspiro a que cesen las ambiciones y afanes desmesurados de enriquecerse de manera ilícita a través de operaciones repugnantes como el robo descarado de los fondos públicos, el trasiego de sustancias prohibidas en complicidad con algunos funcionarios, empresarios y hombres de uniformes de las instituciones castrenses.
En un anhelo que lanzo al ruedo de la conciencia de los corruptos y del liderazgo político que practican maniobras con elevadas dosis de mala fe para ascender al poder gubernamental y así satisfacer su voraz apetito de acumular fortunas.
Naturalmente, no todos los políticos son deshonestos o corruptos, pues muchos tienen sinceros propósitos de trabajar por el bien de nuestro vapuleado país, reducir los índices de pobreza, garantizar una escala alimentaria de primer orden, transporte, educación, salud, de controlar la inflación, la delincuencia y otros fenómenos que rigen en la sociedad moderna.
En cuanto a la conservación de la salud, para este nuevo año y los venideros, lo apropiado sería seguir algunas bien intencionadas sugerencias médicas que garanticen un mejor funcionamiento de nuestro cuerpo, como comer sano, bajo sal, sin grasa y consumir con moderación los alimentos con abundantes carbohidratos.
Es el caso de algunas frutas, cereal, pan, pasta y arroz, leche y productos lácteos, leche de soja, frijoles, legumbres y lentejas, verduras con almidón como las patatas (papas) y el maíz. Son comestibles que no faltan en nuestra dieta que se pueden ingerir con cautela a los fines de evitar el impacto del colesterol que incide en la hipertensión arterial y otras comorbilidades o trastornos o enfermedades que ocurren en la misma persona.
En ese contexto, una de los consejos que llaman mucho la atención es consumir agua suficiente porque, según algunos estudios científicos, ayuda a rejuvenecer el cuerpo.
Para ello uno de los consejos más conocidos es que a lo largo del día es necesario ingerir mucha agua, al menos tres litros diario, porque este líquido libera toxinas y mantiene la piel sana.
Aunque los médicos que practican la medicina convencional no están de acuerdo con está teoría, los nutricionistas dicen que el principio de rejuvenecer tomando agua se basa en que esa sustancia mantiene la piel hidratada, limpia y con elasticidad.
A diferencia de mi esposa que toma tres litros diario de agua, no acostumbro hacer eso. A partir de ahora, de manera continua, la imitaré y asumiré ese reglamento para lucir con menos edad (acabo de cumplir 74) porque el cuido personal garantiza un organismo saludable. Recomiendo agregar una jornada de caminatas y ejercicios de 90 minutos a la semana.
Ya lo saben: vamos a cuidarnos de las comidas chatarras, comamos alimentos sanos y consumamos suficiente agua bien procesada. Es una tarea fácil. Solo es cuestión de controlar la glotonería insaciable porque no olvidemos que el apetito entra por los ojos.Mucha salud y prosperidad en el 2023…!!!