Además, al menos quince agentes de las fuerzas del orden de Brasil, supuestamente implicados en los actos golpistas
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha cesado a casi medio centenar de miembros de las Fuerzas Armadas que se desempeñaban en funciones de seguridad del Palacio de la Alvorada, la residencia oficial, evidenciando aún más la desconfianza que ya expresó tras el asalto de las instituciones.
Entre los cesados están cuarenta militares de las Fuerzas Armadas que se desempeñaban en un departamento de la Secretaría General de la Presidencia que se encarga de la seguridad de la residencia oficial y otros que hacían parte del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI), uno de los organismos más señalados tras los ataques del pasado 8 de enero en la Explanada de los Ministerios.
La decisión del presidente Lula evidencia los recelos que ya manifestó en relación a la connivencia que habrían mostrado ciertos sectores de las fuerzas de seguridad y los militares con la turba de acólitos de Jair Bolsonaro, afirmando que estaba seguro de la presencia de "cómplices" en aquellos hechos violentos.
"Hubo muchos cómplices, cómplices en la Policía Militar, cómplices en las Fuerzas Armadas. Estoy convencido de que las puertas del Palacio del Planato se abrieron desde dentro porque no estaban rotas", dijo el pasado jueves.
Las sospechas de Lula se extienden a gran parte de su gabinete y del Partido de los Trabajadores (PT), donde incluso han puesto en tela de juicio la gestión del ministro de Defensa, José Múcio, uno de los cuestionados en esta crisis por no haber actuado antes contra los campamentos de bolsonaristas que se levantaron frente a las sedes del Ejército y en los que se pedía un golpe de Estado.
Una de estas instituciones cuestionadas es el GSI, que será renovado casi por completo, tal y como adelanto el jefe de Casa Civil, Rui Costa. "Tenemos que garantizar un patrón de actuación que permita proteger los tres palacios", dijo.
El GSI está formado por cerca de 1.100 funcionarios, de los cuales la mayoría pertenecen a las Fuerzas Armadas para hacerse cargo de la seguridad de las instalaciones y de las autoridades, aunque también hay civiles en áreas administrativas. Al menos el 10 por ciento de los aproximadamente 80 cargos de confianza que había hasta ahora han sido cesados, cuenta 'O Globo'.
La idea de Lula y la primera dama, Rosângela 'Janja' Silva, es instalarse en el Palacio de la Alvorada a finales de enero, a su vuelta de su viaje oficial, el primero, a Argentina. Después de una primera inspección de las instalaciones, denunciaron el mal estado en el que se encontraba la residencia oficial, con goteras, ventanas rotas y alfombras y sofás en mal estado.
Al menos quince agentes supuestamente implicados en los actos golpistas
Al menos quince agentes de las fuerzas del orden de Brasil, incluyendo policías militares, soldados de las Fuerzas Armadas e incluso un bombero, estarían implicados de alguna manera en los actos golpistas del pasado 8 de enero en Brasilia, cuando una turba de seguidores de Jair Bolsonaro atacó las sedes de los tres poderes.
El último en ser arrestado este lunes ha sido Roberto Henrique de Souza Júnior, del Cuerpo de Bomberos de Río de Janeiro, quien en 2018 intentó sin éxito salir elegido diputado federal por Patriotas, uno de los partidos relacionados con el bolsonarismo más extremo.
En esta lista hay tanto agentes en activo como en la reserva y según el diario 'O Globo', entre estos quince, además del citado bombero, hay nueve policías militares, tres soldados del Ejército, un oficial de Marina y un antiguo cabo de la Fuerza Aérea, que dejó el cargo a mediados de 2022 tras ocho años de servicio.
Muchos de ellos han sido identificados gracias a las redes sociales, las cuales utilizaron con profusión durante los hechos violentos que se vivieron aquel día 8 de enero en la Explanada de los Ministerios. Uno de ellos fue el sargento de la Policía Militar de Brasilia, Ednaldo Teixeira Magalhães, quien grabó lo ocurrido y celebrando que "la cosa se ponía peligrosa".
"No ganamos nada quedándonos en Internet, vamos a las calles de todo el país", publicó en su cuenta de Instagram el día que Luiz Inácio Lula da Silva venció en las elecciones, animando al personal a participar en los bloqueos de las carreteras que se levantaron tras conocerse los resultados de aquellos comicios.
Algunos de estos quince ya han sido puestos en libertad mientras son investigados por su participación en aquellos hechos. Otros en cambio, no llegaron a pasar por prisión en ningún momento, como el sargento de la Policía Militar Silvério Santos, quien celebro en redes que Brasilia hubiera "explotado".
En lo que respecta al Ejército, los hay quien incluso criticaron duramente a sus compañeros de armas por respetar la Constitución, como el oficial en la reserva Adriano Camargo Testonio, quien calificó de "panda de generales hijas de puta" a quienes se mantuvieron firmes contra los asaltantes.
Otros como Ridauto Lúcio Fernandes son conocidos por haber tenido cargos dentro del gobierno del expresidente Bolsonaro, cuando fue director de Logística en el Ministerio de Salud que dirigió el general Eduardo Pazuello.
Además de estos quince, hay al menos otros dos investigados por supuesta omisión y connivencia con los asaltantes cuando se encontraban de servicio, el excomandante general de la Policía Militar de Brasilia, el coronel Fábio Augusto Vieira, arrestado por orden del juez del Supremo, Alexandre de Moraes; y el coronel Paulo Jorge Fernandes da Hora, investigado por impedir a los efectivos actuar.