Algunos dirigentes políticos reiteran su bárbara disquisición de que la isla Española es solo una para ambos países.
Con el mayor respeto a quienes hablan o escriben sobre los temas que envuelven a dominicanos y haitianos, me permito adueñarme de estas líneas porque siento y presiento que estamos viviendo en RD una situación explosiva.
Todos sabemos – o casi todos- que tenemos por encima de dos millones de haitianos residiendo legal o ilegalmente en nuestro país.
Todos sabemos – o casi todos- que aunque no haya un plan de fusionar a ambos países, sí existe apoyo de países poderosos para que los haitianos emigren hacia RD.
- Todos sabemos – o casi todos- que esas naciones poderosas evitan por todos los medios que los haitianos lleguen a sus territorios, igual que otras más pequeñas como Bahamas, Cuba, Venezuela, Colombia, Chile, Perú, Ecuador, México o Puerto Rico. Parece que nadie los quiere.
Todos sabemos – o casi todos- que esas naciones poderosas ylas menos poderosas, no aceptan haitianos por sus raras costumbres, modales e ideales religiosos. No porque sean negros, feos, pobres o cualquier otra inexacta explicación.
En RD los haitianos entran y salen desde antes de invadirnos y gobernarnos de 1822 a 1844, cuando proclamamos nuestra separación o independencia. Y nunca se les ha rechazado por ser negros. No. Ni porque sean más feos o más bonitos que los dominicanos.
Se les ha rechazado más en discursos que en la realidad. Aquí tenemos haitianos ya hasta en la sopa, en el desayuno, la comida y la cena, en los hoteles, empresas, residenciales y toda clase de comercios.
Lo último que se acaba de publicar es que los haitianos que laboran en el área de la construcción no aceptan que también participen dominicanos. ¡Oh, mi Dios!
Los haitianos deportados vuelven a entrar con el visto bueno de civiles y militares que, corruptos, que no les importa nuestro país.
Las haitianas siguen llegando a dar a luz sus criaturas con el apoyo de esos corruptos, pagando entre tres y seis mil pesos. Y se quedan a vivir y a criar sus proles en RD.
Algunos dirigentes políticos reiteran su bárbara disquisición de que la isla Española es solo una para ambos países. Afirman que los haitianos tienen derecho a vivir aquí, o a entrar y salir cuando les venga en ganas. Y no. Eso ni es verdad ni se va a permitir.
Creo que hay una bomba casi en explosión por esta situación entre RD y Haití, y no sé si eso es lo que buscan algunos políticos sin masas que respalden sus ideales malsanos.
Toda la solidaridad dominicana debe seguir volcándose hacia los haitianos, pero ellos deben forjarse su propio camino sin ayuda o con ayuda de quien sea y no solo de los dominicanos.
Y que conste que en RD ya casi el noventa por ciento de la población es de color negro, por lo que nadie puede señalarnos como racistas, xenófobos o cualquier otro disparate.
Y quien es negro lo que debe hacer es darse a respetar en toda circunstancia y lugar, sin acusar a otros negros, blancos o indios de su baja estima personal.
24 de enero de 2023.